La vida y su sentido

Ultima Actualización: viernes, 23 de enero de 2015. Por: Maria Gónzalez

Esa fuerza interior que a pesar de la realidad, no deja de existir, es lo que precisamente nos empuja a muchos.

Cuando hablamos de estar vivos, pensamos en alguien que respira, que tiene pulso y su corazón late.
 
Pero estar vivo es mucho más que respirar, la vida es precisamente eso, las pequeñas cosas que nosotros mismos olvidamos. Es el “Ser”. Esa realidad que trasciende la razón, el Ser que los Griegos, orientales y otras corrientes de pensamiento definen como. «Realidad radical». 
 
Esa fuerza interior que a pesar de la realidad,  no deja de existir, es lo que precisamente nos empuja  a muchos; a algo más  que respirar, ese ser interior para ser pleno debe ambicionar cada día, superarse a sí mismo;  y no hay manera de hablar de plenitud, de felicidad, de satisfacción, sino somos capaces de cultivar el interior.
 
Nada de esto se adquiere  sin educación interior y para esto no es necesario, maestrías, especialidades, o educación formal o superior, basta solo escuchar la voz de tu interior, que te grita: cuando fallas, cuando cometes una injusticia, cuando te haces indiferente al dolor ajeno, basta seguir algunas normas primitivas, como la de compartir, ayudar y servir aunque te fallen, o mal te paguen.
 
La vida cobra su real sentido, cuando se es capaz de trascender a las mezquindades humanas, las cuales no reflejan la realidad de la esencia del Ser; cuando ha sido probado  y se ha propuesto subir a otra dimensión, que no te saca de la realidad, pero sí  te hace grande.  Esa dimensión  la da de forma gratuita,  la maestra vida.