Por Edgar Bismark Lantigua
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Soy de aquellos que en su caminar por las calles de nuestros pueblos, sueña. No del sueño imposible que nos causa cuantiosos desvelos en nuestras noches, sueño en cambiar el rostro de mi gente abrumado por la incertidumbre que genera el porvenir en nuestros tiempos. Sueño en la esperanza, que depende de una multiplicidad de factores pero que sirve de soporte para luchar y esperar un futuro más próspero. Y dentro de mis sueños, pienso en Villa Montellano.
Recuerdo, cuando pequeño, aprovechar mis vacaciones escolares para visitar el hoy “Municipio de Villa Montellano” y en este, caminar y jugar junto a mis primos por los cañaverales, y, aún con dientes de leche, disfrutar del sabroso jugo que resulta de la trituración de la caña de azúcar.
Sí, ese mismo Montellano, con una extensión territorial de 73.83 km2 y una población de 19,717 habitantes (según en el Censo de Población y Vivienda del 2010). Municipio cañero y luchador, que entre actividades culturales, ajedrez y futbol, y el famoso Gagá, brindaba diversión a sus munícipes en los tiempos que cesaba la zafra, sus mejores tiempos… De allí es, que su pueblo, su gente, todavía añora de forma desbordante la reapertura del Ingenio de Montellano en el entendido de que el desarrollo del municipio va de la mano con el ingenio por la cultura e historia cañera de este municipio.
Situación del Ingenio Montellano
“Los ingenios Amistad y Montellano fueron arrendados tres años después de iniciar el proceso de capitalización de las empresas del Estado en el 1997, a la empresa Caña Brava, del médico y comentarista de televisión Julio Hazim, y luego, por transacciones comerciales pasaron al quebrado Banco Intercontinental (Baninter).
En el 2003, tras la crisis del banco, ambos ingenios, con una extensión de terrenos de unos 30 mil tareas propiedad del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), quedaron en manos del Comité de Liquidación del Baninter, que desde entonces hace esfuerzo por volverlos arrendar.
Amistad dejó de moler el mismo año del arrendamiento y Montellano cerró en el 2005. En varias ocasiones se licitó su arrendamiento, sin ningún resultado”. (Molina, Tania Diciembre 2011, Diario Libre.)
En el 2012 el Ingenio fue arrendado a través del Banco Central a la compañía Consorcio Azucarero & Biocombustibles Quisqueya (CABIOQUI, S.A), la cual no hace poco fue embargada por la empresa Antillana Comercial por una deuda millonaria en maquinarias y equipos agrícolas.
Esto nos lleva a pensar y analizar seriamente, sin sesgos particulares, los pormenores de la reapertura del ingenio. Y es que entre turismo y chimenea, la trifulca aumenta. El que vive del turismo ve el ingenio con buenos ojos pero no le causa gracia, cada vez más los grandes colonos son menos, ya sus tierras han sido utilizadas para condominios entre otras inversiones que distan del cultivo de caña, y Puerto Plata que va creciendo de manera horizontal, arropando al este las zonas de Playa Dorada, Cerro Verde, Star Hills y demás, y al oeste las zonas de Costámbar, Cofresí y Maimón; se va quedando sin plantaciones suficientes para el cultivo de la caña.
Lo que llevaría a los inversionistas a transportar caña desde el ingenio Amistad (ubicado en Imbert), aumentando de forma sustancial los costes de producción, disminuyendo así la rentabilidad del mismo.
¿Qué hacer?
Me lo pregunto siempre, al ver el dolor y la pérdida de esperanza de nuestra gente, por causa de políticas públicas que no mejoran de forma sustancial su calidad de vida. Al cuestionarme recuerdo, en una de las tantas visitas que hacemos a Montellano por asuntos políticos, se me acerca alguien y me dice: “La solución de Montellano es implementar el cultivo de vegetales en invernaderos”.
¡Qué grandiosa idea! Estamos a casi un año de ese comentario y, entre investigaciones y consultas, puedo decir que convertir a Montellano en lo que es: “Un Paraíso Vegetal”, no es una idea descabellada.
Al contrario, Montellano cuenta con una superficie de 24 km2 de suelo Tipo II, el cual según su tipología para suelos agrícolas es una tierra apropiada para cultivos intensivos y otros usos. De esta forma en las zonas de Pancho Mateo, Severet, y zonas aledañas en las que se podría iniciar el cultivo de vegetales en invernaderos.
Esta iniciativa implicaría una sinergia entre inversionistas extranjeros conocedores en materia de cultivo hidropónico, apoyo del gobierno central en la obtención de los permisos concernientes, asfaltado de calles colindantes a las zonas, soluciones en materia de transporte de agua para el cultivo y energía permanente en la zona de cultivo. Del pueblo, solo le quedaría luchar para que esto se materialice y especializarse a través del INFOTEP en la producción a través de invernaderos.
Si conjugamos inversiones de este tipo con la carretera 4 carriles Puerto Plata-Navarrete-Santiago, Montellano, se encontraría en un punto logístico por excelencia de toda la región, al poseer por todos sus extremos alternativas terrestres y áreas para expandir su producción vegetal.
Estamos hablando que no solo se ofrecería alternativas de empleos directos, sino que se iniciaría un proceso de cultivo nuevo en la zona, con una tasa de retorno de la inversión menor que le implicaría el inicio del ingenio, y con una producción continua. Es decir, Montellano estaría potencializando no solo su desarrollo sino el de la provincia de Puerto Plata en su conjunto.
Sueño todavía con escuchar el ruido de los rieles que anuncia la aproximación de un tren de caña, mientras, vamos a luchar por que Montellano sea lo que es: “Un Paraíso Vegetal”.