Noticia Publicada en el Periódico Listín Diario:
Santo Domingo-. Lo he dicho muchas veces, tantas que sentí la motivación de escribir sobre el tema: consolidar una cultura del aseguramiento es más importante que vender seguros.
La lista de países que más se han desarrollado en las dos últimas décadas, coincide con la de los países que más han trabajado para que sus ciudadanos tengan acceso a un aseguramiento de calidad.
En la prensa constantemente se habla de competitividad, emprendedurismo y de apoyo a las medianas y pequeñas empresas. Eso es algo muy importante, sobre todo cuando va más allá de lo conceptual y se logra poner en práctica. Necesitamos ser mucho más competitivos, a través de grandes emprendedores que logren el éxito de medianas y pequeñas empresas. Pero el éxito nunca estaría completo sin un adecuado aseguramiento, que garantice la permanencia en el tiempo del legado construido.
En materia de seguros de vida, estamos entre los países más rezagados del Continente y experimentamos un deterioro continuo del mercado. En 1987, el volumen de primas de seguros de vida individual superaba US$18 millones. Diez años después había caído a 11 millones. Dos décadas más tarde, en 2007, parecía que tocábamos fondo con apenas 2 millones. Después de una casi imperceptible recuperación, hemos caído otra vez, ahora a ¡1.5 millones! en 2013.
Fueron varios los factores que incidieron en esa estrepitosa caída. Nuestra intención es detectar los catalizadores que permitirán evitar que continúe el letargo en el que nos encontramos. Al pertenecer Seguros Sura a un Grupo que ha logrado en liderazgo en varios mercados de América Latina, he tenido la oportunidad de discutir ampliamente en tema con colegas de diferentes países. Todos coinciden conmigo en que, en estos momentos, la prioridad es extender la cultura del aseguramiento a cada vez más dominicanos. Para ello, se necesita establecer una política a través de la cual se involucren el Gobierno y los aseguradores, de manera que los mayores beneficiados sean los asegurados. Eso permitiría que los dominicanos emprendedores, esos que ahora mismo están logrando que una empresa sea exitosa, trabajen con la seguridad de que su legado está a salvo.
James García vicepresidente de Seguros SURA