LA OBRA MADRE DE PUERTO PLATA
Este título lo recogí del editorial de un
semanario y quiero compartir con ustedes algunas ideas en torno
a él, veamos: Cuando vino el presidente al Polideportivo de
Puerto Plata en el pasado reciente, no recuerdo si alguien
mencionó lo del dragado y acondicionamiento del muelle, si
alguien lo propuso, realmente no lo recuerdo. Lo que recuerdo y
con una claridad cristalina fue que para las elecciones del año
1996 sí se mencionó y fue una de las promesas mas aplaudidas. El
siguiente gobierno también prometió y tampoco se hizo nada. Que
me perdonen los entendidos en materia de turismo, pero la
“solución” del todo incluido ha dejado sin solución a la ciudad
de Puerto Plata.
Nos ha traído una cantidad enorme de
casuchas alrededor de la ciudad donde viven personas de sueldo
mínimo y propina. Héroes!!! ¿Para vivir en qué otro lugar
podrían dar esos salarios? Precisamente esos obreros de sueldo
mínimo y propina, es lo único que podemos exhibir de importancia
en este “modelo” traído por los moños para “sustentar el
turismo”.
Pienso, que mejor nos hubiéramos quedado
con los turistas que venían de vez en cuando y vagaban por
nuestra ciudad, se sentaban en el parque, compraban en nuestras
tiendas, consumían en nuestros restaurantes, visitaban nuestras
iglesias y admiraban nuestras bellezas. El dinero circulaba a
granel por las manos de los Puertoplateños. ¿Qué hace un turista
metido de pies a cabeza en un resort por seis o siete días?
Comer, beber, ir a la playa y, si por casualidad trae dinero,
hacer una excursión. ¿Cuál es el gran beneficio que obtiene
Puerto Plata? ¿Cuales son los resultados tangibles para la
comunidad que deber recibir los beneficios de las actividades
comerciales de su territorio? Ah!, que hay un 90% de ocupación.
¿De qué sirve? Es innegable que algunos beneficios se obtienen,
sin embargo todos sabemos que el grueso de recursos se queda en
cuentas internacionales. A mi modo de ver, nuestros obreros
reciben migajas que se consumen al otro día de haberlas cobrado.
Mientras tanto, la cantidad de yates que
nos cruzan por las narices repletos de millonarios ávidos de
gastar su dinero y el turismo de crucero podrían darle a nuestro
pueblo otro color. Pero somos tan tontos que no nos unimos y
exigimos. Estamos pasmados, estupefactos y maravillados por la
forma en que nuestros vecinos de Santiago consiguen sus cosas. Y
no exigimos ni nos unimos, y cuando lo hacemos reclamamos
obritas de “quinta categoría”.
Puerto Plata con lo que cuenta es con su
playa y su muelle, la playa con su todo incluido no nos está
redituando lo suficiente, entonces nos queda el muelle, la única
vía que fue, es y será nuestra riqueza auténtica, NUESTRA OBRA
MADRE, nuestro principio y fin. ¡El que no lo entienda así está
perdido.
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