DESTILANDO
ESOS SALARIOS INDIGNANTES
La actitud de la Dra. Aura Celeste Fernández, de calificar de
corrupción el “incentivo” que cobran los jueces de la Junta
Central Electoral ha creado un verdadero maremoto. Tremendo lío
tenemos en la JCE. Sin embargo debo decir, que esto es más
espuma que chocolate. Y que el verdadero problema debiera ser no
los incentivos que cobran estos jueces sino los mas o menos
doscientos cincuenta mil pesos dominicanos que cobran estos
señores jueces todos los meses como salario, así como el derecho
que se les acredita a una pensión millonaria cuando cesen en sus
funciones, no importa el grado de antigüedad que tengan en ese
momento.
Ese lujoso sueldo, resulta un contrasentido cuando se produce
en una sociedad llena de precariedades, en la que dos millones
de dominicanas y dominicanas, es decir mas de un 25% de todos
los dominicanos y dominicanas viven en la pobreza absoluta, y
donde nuestros niños, en mas de un ocho (8%) por ciento se
encuentran totalmente desnutridos, presagiando que en el futuro,
la Republica Dominicana tendrá una legión de hombres y mujeres
con un intelecto totalmente atrofiado, y con serias
incapacidades para integrarse al trabajo productivo y creativo
etc.
Uno de los jueces en medio de este debate expreso que no se
integraba a la JCE para empobrecerse. Bien, nadie les pide a
estos afortunados ciudadanos que se suiciden, pero caramba, sí
que tengamos un poco consideración con nuestro país y nos
conformemos con un sueldo justo, pero no escandaloso ni
indignante.
¿Saben ustedes que actualmente, los funcionarios de este
gobierno que tienen que ver con el sector financiero perciben
salarios que oscilan por el millón de pesos dominicanos, cada
mes? Óigame, aunque el peso esté devaluado, un millón sigue
siendo muchísimo dinero.
Esas son las cosas que dañan esta sociedad. Si somos un país que
hace esfuerzos por salir del atraso, caramba, no podemos actuar
o comportarnos como si fuéramos una gran potencia económica.
Usted como gobierno, no puede incentivar dos realidades tan
disímiles, una la de los casi ocho millones de dominicanos,
llenos de necesidades, faltos de educación de salud, de
seguridad etc., con menos de cinco mil pesos mensuales de
salario, mientras unos cuantos a costa del dolor de esos ocho
millones, viven como si fuéramos el país mas desarrollado del
planeta tierra.
Hasta en las pequeñas economías personales, cuando se esta
iniciando hay que apretarse bien el cinturón, y cerrar los ojos
a muchas necesidades no perentorias. Así mismo debe ser en
nuestra sociedad, y fíjense que puede que no resulte difícil,
por que ya, desde hace mucho tiempo, los de abajo, los que son
casi todos los dominicanos y dominicanas, viven con el cinturón
bien apretados e imposibilitados de disfrutar de nada, por lo
que solo falta que un poquito, unos cuantos, se ajusten ese
cinturón, y si tienen una pica de patriotismo o de amor por
nuestra Nación, aporten un poco de sacrificio, permitiendo que
no siga aumentando esa brecha de los que son casi todos y nada
tienen con los que son muy pocos pero que son dueños de casi
todo.
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