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DIVAGANDO:  LAS PRIORIDADES EN EL ORDENAMIENTO DEL TRÁNSITO

9-05-07 

¿Por qué andamos tan mal? Entre otras cosas, porque no hacemos las cosas cuando debemos hacerlas y porque cuestiones no prioritarias absorben el tiempo, provocando que las necesarias se posterguen o no se hagan. 

Veamos un  ejemplo palpable:   El tránsito desordenado que se da en nuestra ciudad. Un verdadero caos. Se pueden contar con los dedos de las manos los que respetan los semáforos y lo absurdo es la cantidad de insultos que recibimos los que respetando estos semáforos nos detenemos frente a la luz roja. 

Así como se viola el semáforo, se irrespetan la casi totalidad de las señales de tránsito. Es muy común, observar una motocicleta con 5 pasajeros, o haciendo de vehículo de cargar transportando uno, o dos o tres cilindros de gas, una verdadera bomba de tiempo. O un vehículo transitando en vía contraria. Muchas veces las propias autoridades (civiles o militares o policiales) son protagonistas de estas violaciones. 

En fin,  ese desorden en el tránsito nos aleja de ser una ciudad agradable para los turistas que nos visitan haciéndole un mal servicio al fortalecimiento de nuestra principal actividad comercial que es el turismo. Y lo más importante, coloca en un tremendo riesgo a todos los ciudadanos y ciudadanas. 

¿Y por qué tenemos este desorden vial? Porque las autoridades encargadas de vigilar el cumplimiento de las ordenanzas del tránsito no están enfrentando los problemas prioritarios. Los llamados para hacer que se respeten las reglas del tránsito vehicular, la AMET (Autoridad Metropolitana de Transporte), que de por si tiene un déficit en hombres, ocupan todo su tiempo en cosas no prioritarias, desatendiendo las más urgentes. 

Mire los titulares periodísticos relacionados con este tema y esta Institución: “AMET realiza operativo contra los conductores de  motocicletas que no tienen cascos protectores” o “AMET se prepara para operativos por renovación de Revista” etc., pero usted nunca ha visto, estos titulares: AMET persigue a los violadores de semáforos”, o “ AMET desarrolla campaña contra los violadores de las señales de tránsito” o “ AMET hace que se respete la dirección del transito”. 

En cuanto al casco protector, debo decir que es importante que el conductor entienda que para su bien, para su protección, es necesario hacer uso de este artefacto, pero si él no se lo pone y se accidenta, solo él será el afectado, mientras que cuando usted deja que sea una costumbre (como es) transportar cilindros de gas en motores, somos todos los puertoplateños quienes corremos el riesgo de ser dañados, o cuando alguien viola el semáforo, cualquiera y cada uno de nosotros puede ser el afectado. Entonces, si no hay capacidad humana por enfrentar todos los males, lo prioritario, es perseguir el respeto de aquellas reglas del tránsito cuya violación ponga en peligro a todos los ciudadanos. 

Al motorista se le debe perseguir más que por el casco protector, por las documentaciones que indican si está o no apto para conducir ese artefacto. Abundan los que no tienen los más mínimos conocimientos para conducir, incluso que no saben ni leer ni escribir, y mucho menos capacidad para entender lo que es una vía, un semáforo etc.. 

Pero siempre las batidas son por los cascos protectores y se llega a pensar, que detrás de privilegiar ese tipo de persecución, se esconde más que un amor por la vida de esos conductores, un interés mercurial o un buen negocio para alguien. 

Caramba, al final, aunque estemos divagando, necesariamente aparece la palabra corrupción, que definitivamente todo lo daña y contamina, y hace que sigamos siendo un puro desorden, justificando así a los que nos asimilan a una nación fallida. 

Ojalá estemos equivocados, que no hay errores por corrupción y que el equívoco es de buena fe, y que mañana, los responsables del tránsito en Puerto Plata, entiendan que sus prioridades no son prioridades y comiencen hacer lo que el momento y la ciudadanía demanda. 

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