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"BUSCANDO CAMINO (2)" 


Faltando casi un año para las elecciones presidenciales de mayo del 2008, la atención principal para este evento sigue centrada en los grandes partidos del sistema, básicamente en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Los esfuerzos que hacen algunas fuerzas emergentes no logran crear las expectativas para que los dominicanos podamos contar con nuevas y diferentes alternativas.

Todo se encamina hacia otro proceso en que nos veremos abocados a votar por el que  consideremos  menos malo. Y es que en el fondo el PRD y el PLD han devenido en partidos semejantes, cuyas diferencias son nulas y si pudieran aparecer algunos matices en uno u otro partido son tan débiles que no lo podemos tomar en cuenta. La letra “L” en uno y la “R” en otro  serian la gran diferencia. O que uno gobierna con un poco más de delicadeza y el otro de manera un poco más burda etc., podrían ser otros matices diferenciadores.

Es una pena que los dominicanos nos conformemos con este escenario tan deprimente y aceptemos esta situación como algo inevitable y propio de la democracia. Es lamentable de que cada cuatro años nosotros bendigamos a los corruptos, con el voto de todos y cada uno de nosotros. Atención, esto es cualquier cosa, menos democracia. No es el modelo de democracia por la que el pueblo dominicano ha aportado tanto dolor y sangre.

¿Estaremos obligados a votar por el menos pernicioso en mayo del 2008, o aún hay tiempo y posibilidad de encontrarnos con nuevas y refrescantes opciones? Aunque no es mi estilo, estoy un poco pesimista.

Yo entendía, creía, que a estas alturas sería el propio pueblo, quien de manera militante, estaría buscando estas nuevas alternativas. Sin embargo, observo una pasmosa pasividad y sólo algunos sectores muy limitados expresan preocupación por el rumbo que toma nuestro país y plantean alternativas diferentes. Es como si nos hubieran inyectado una super vacuna de conformismo y pasividad.

Peor, importantes segmentos han sucumbido ante el poder del  neoliberalismo, del dinero y la inmoralidad que prima actualmente en nuestra sociedad (de lo que en otros artículos ya hemos hablado). Estos, sintiéndose derrotados, optan por aliarse a este estado de cosas. Los que ayer denunciaban  la corrupción, por constituir un tremendo escollo para el progreso y el mejoramiento de nuestro pueblo, hoy y buscan su parte del pastel. Sueñan con el “chance”, y su lucha anticorrupción se da sólo de la boca para fuera, pero hacia dentro andan detrás de esta, esperando la oportunidad para llenar sus bolsillos con dinero fácil.

El no entender y analizar a fondo esta realidad, es lo que impide cuajar nuevas alternativas con posibilidades de triunfo. Debemos plantearnos fórmulas, sabiendo que una gran parte de nuestra sociedad vive, crece y depende de los negocios ilícitos, del vicio o semejantes. Negocios que provienen del Estado como de la que genera el sector privado (generadores del estado de inmoralidad e inseguridad que vive la sociedad dominicana).

El juego de azar en todos los sentidos (incluyendo bancas de rifas, apuestas deportivas, todo tipo de lotería etc.), la prostitución, en el sentido más amplio el negocio del sexo, el trafico y venta de drogas etc. Es necesario que marchemos firmemente hacia una nueva sociedad más moralizada, decente y progresista, haciendo nuestros planteamientos más atractivos, digeribles, para ganarnos el favor de estos vastos sectores populares que hoy confundidos concilian con sus verdugos.

Yo, creo que aún podemos constituir esa opción renovadora. Ojala así suceda. De lo contrario deberemos repetir la historia de bregar por el que menos daño le haga a la felicidad de las grandes mayorías, conociendo desde ya, que al final de su período será una nueva frustración. 

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