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Por un volver a nuestros valores (1).-

Es prácticamente imposible sacar del atolladero a la Republica Dominicana, si no logramos ganarle primero la guerra a los que desmoralizan a la sociedad. Con una escala de valores invertida, donde la decencia, honestidad, capacidad etc., no cuentan para nada. Una sociedad donde al que participa de la dirección publica y no sale rico se le llama “pendejo”, es decir tenemos la honestidad como un atributo negativo. 

Con ese cuadro, vuelvo y repito, no podremos desprendernos de la situación calamitosa en que vivimos. Así no podemos ni soñar salir del estado de atraso subdesarrollo, pobreza y dependencia en que vivimos. 

Y cual es el grado de esa desmoralización y falta de valores que padece nuestra sociedad?. Yo diría que muy profundo y muy generalizado. No es como algunos se creen, que la corrupción es algo exclusivo de los políticos. No, el querer amansar fortuna rápidamente y con métodos pocos ortodoxos, esta impregnado en una gran parte de nuestra sociedad. Y el sistema que predomina (la Globalización)  arrastra al ciudadano hacia esa corriente. Y a veces  te coloca en la disyuntiva o actúa con ese ausentismo de valores morales, o sucumbe. El político lo hace con los fondos públicos puestos en sus manos para bien administrar, y los sectores privados, tratando de conseguir privilegios con el Estado, comprando tráfico de influencia, o con el contrabando, o evadiendo el fisco etc. etc. 

De ahí que la “doble moral”, (ser una cosa por delante y por detrás otra, o decir  y hablar en un sentido y hacer todo lo contrario) es tan abundante en nuestra sociedad. Tan abundante que en nuestra sociedad tenemos una presencia muy generalizada y permanente de aquel personaje de una tira cómica denominada Dr. Merengue. Por ejemplo, que el Presidente Fernández en la oposición era un rabioso partidario de una “Constituyente” para modificar la constitución, y hoy alegremente, ya en el poder, se constituye en un abanderado de la Asamblea Revisora para realizar esta tarea reformadora. O el caso de de Hipólito Mejia, que se paso la vida criticando la reelección presidencial, y ya en el poder hizo diabluras para repostularse y llevar su partido al desastre. 

Y lo lamentable, es que estos espectáculos sucedan, y esos señores no pierdan actualidad, ni sean severamente sancionados por la sociedad. ¿Y sabe por que sucede?. Sucede así, y se toma como un chiste, por que el cristal a través del cual estamos evaluando permanentemente los hechos sociales, esta muy contaminado y con una gran ausencia o inversión  de valores morales, sociales, políticos etc. 

Este panorama es grave, muy grave. En poco tiempo, si no le ponemos un freno potente, no será necesario  colocar como ejemplo de degeneración a Sodoma y Gomorra, bastaría con tener el valor de vernos a nosotros mismos, para saber lo que es una sociedad corrompida al máximo, y ya será tarde para volver atrás, habremos sucumbido. 

Por lo delicado del tema, ya en los días sucesivos, tocaremos con mayor detalle los fundamentos de nuestra preocupación. Seria de gran ayuda para todos, poder escuchar que piensan los amigos lectores sobre este tema.

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