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La Degeneración Moral, la Pobreza y la Opresión vienen del Norte

Si Jesús  por voluntad de su Padre decidiera caminar nuevamente al lado de los mortales, me atrevería a apostar que su junta estaría muy cercana a, por ejemplo,  un padre Rogelio, o Avelino, o a una Reverenda Susana, por decir unos pocos de una gran lista. Estaría al lado de la corriente renovadora que se da en América Latina con Lula Chávez, Bachelet, Evo, Fidel etc... Estoy seguro, pero muy seguro que jamás estaría juntando sus pasos con Bush, ni con los que lo asesoran, ni estaría apoyando invasiones, guerras y todas las diabluras que promueve el Imperio del Norte. Y me atrevo a  afirmar que estaría caminando con los que militantemente repudian y enfrentan al capitalismo salvaje que promueven los que hoy dirigen a los Estados Unidos de América, culpables de tantas guerras y responsables del crecimiento incontrolable de la pobreza en este planeta. 

Me atrevo afirmar que Jesús, el que dio su vida por su pueblo, estaría al lado de los socialistas, encabezando una gran alianza para derrotar el criminal y satánico sistema neoliberal que hoy desgobierna a la humanidad. 

Y es que el socialismo con todos sus errores e imperfecciones, al igual que Jesucristo, tiene como objetivo central y único al hombre y a la mujer y luchan por su felicidad material pero muy en especial por su felicidad espiritual, mientras que del otro lado Satanás con el neoliberalismo, sólo persiguen riquezas materiales para una ínfima minoría de individuos, a sabiendas de que esas riquezas se logran a costa del sufrimiento, miseria y pobreza de miles de millones hombres y mujeres que habitan este planeta. 

Mientras el socialismo persigue el mejoramiento espiritual de la persona, moralizar la sociedad, combatir las degeneraciones de este sistema, garantizar seguridad, perfeccionar, humanizar la democracia, por otro lado el neoliberalismo, “la globalización” persigue destruir el espíritu de la persona, hacerla inmoral y partidaria de la degeneración, como una forma de facilitar el dominio, el control para explotar a la humanidad. Por eso el hijo de Dios, al igual que 2006 años atrás, si hoy caminara nuevamente con nosotros, volvería a hacerlo junto a los humildes, pero no para llenarlos de conformismo, allanándole el camino a los explotadores de hoy, sino para que se levanten y derroten a los que buscan riquezas a costa de la pobreza de nuestros pueblos. 

Vienen al caso estas ideas, una por la fecha, otra por haber escuchado a alguien que se dice “pastor” de una iglesia cristiana, despotricando en contra del socialismo, el comunismo, Fidel y todo lo que se le parezca a posiciones contrarias a las que levantan los señores del Norte. Ese pastor habló como todo un representante de ese gran imperio, pero muy lejos de lo que es el cristianismo. Me parece que su anticomunismo trasnochado, no es más que un rendir tributo a los que les llenan sus arcas y eso es negación total del cristianismo. Ni el socialismo ni lo  que pueda quedar del comunismo, ni Fidel, ni Chávez, son responsables del crecimiento de la pobreza, al contrario estas corrientes y estos personajes, son partes importantes en la lucha que libra la humanidad en contra de los que producen esta desgracia. 

Otra razón poderosa por la que plasmo estas ideas, es por que soy de los que se inscribe dentro de la corriente que entiende que el gran problema de  la humanidad es de moral, de valores etc.…, y que al margen de moralizar a nuestro pueblo y restablecer en su justo lugar la escala de valores, no podremos solucionar el tremendo problema de la pobreza. Si no sacamos a una gran parte de la humanidad de la errada visión de creerse que el dinero es la felicidad y que lo es todo y que con este se compra, incluso la felicidad, estaremos perdidos y a merced de los que con todos sus grandes poderes impulsan la degeneración en nuestra sociedad. 

Que los sectores menos contaminados de todos estos males, son las diversas y dispersas corrientes socialistas y las iglesias cristianas (me refiero al escenario de la República Dominicana), por lo que, la moralización de la sociedad y rescatar nuestros justos valores tradicionales debe ser una tarea de esas corrientes, iglesias etc... y, sobre todo,  debemos estar bien conscientes de que si dejamos que esto avance un poquito más, no habrá vuelta atrás y habremos perdido todos, incluso los que hoy creen que sus grandes fortunas los mantendrá a salvo. 

Todas estas corrientes deben dejar atrás sus dogmatismos y entender que hoy ni la religión es el opio de los pueblos, ni el socialismo es el abanderado del materialismo ateo y disociador. 

Jesús y sus verdaderos discípulos y promotores de seguro que así lo entienden, y El de nuevo entre los vivos, de seguro se vería en la obligación y necesidad de visitar muchos templos y volver a tomar el látigo para echar a los que hacen del Templo y de sus ideas una muy lucrativa forma de vivir. Mercaderes de los templos, donde lo que impera más que el amor a Dios es el amor al dinero y se encuentran allá, muy pero muy lejos de los humildes, de los necesitados y sí muy “cerquitita” de los que hacen la moneda.  

Dejemos atrás el anticomunismo trasnochado, sepamos distinguir quienes son nuestros enemigos y entendamos que el poder de los del Norte es enorme, por lo que debemos sumar, crecer, moralizar, si queremos salir de este infierno. 

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