DESTILANDOESOS SALARIOS INDIGNANTES13 de febrero de 2007La actitud de la Dra. Aura Celeste Fernández, de calificar de corrupción el “incentivo” que cobran los jueces de la Junta Central Electoral ha creado un verdadero maremoto. Tremendo lío tenemos en la JCE. Sin embargo debo decir, que esto es más espuma que chocolate. Y que el verdadero problema debiera ser no los incentivos que cobran estos jueces sino los mas o menos doscientos cincuenta mil pesos dominicanos que cobran estos señores jueces todos los meses como salario, así como el derecho que se les acredita a una pensión millonaria cuando cesen en sus funciones, no importa el grado de antigüedad que tengan en ese momento. Ese lujoso sueldo, resulta un contrasentido cuando se produce en una sociedad llena de precariedades, en la que dos millones de dominicanas y dominicanas, es decir mas de un 25% de todos los dominicanos y dominicanas viven en la pobreza absoluta, y donde nuestros niños, en mas de un ocho (8%) por ciento se encuentran totalmente desnutridos, presagiando que en el futuro, la Republica Dominicana tendrá una legión de hombres y mujeres con un intelecto totalmente atrofiado, y con serias incapacidades para integrarse al trabajo productivo y creativo etc. Uno de los jueces en medio de este debate expreso que no se integraba a la JCE para empobrecerse. Bien, nadie les pide a estos afortunados ciudadanos que se suiciden, pero caramba, sí que tengamos un poco consideración con nuestro país y nos conformemos con un sueldo justo, pero no escandaloso ni indignante. ¿Saben ustedes que actualmente, los funcionarios de este gobierno que tienen que ver con el sector financiero perciben salarios que oscilan por el millón de pesos dominicanos, cada mes? Óigame, aunque el peso esté devaluado, un millón sigue siendo muchísimo dinero. Esas son las cosas que dañan esta sociedad. Si somos un país que hace esfuerzos por salir del atraso, caramba, no podemos actuar o comportarnos como si fuéramos una gran potencia económica. Usted como gobierno, no puede incentivar dos realidades tan disímiles, una la de los casi ocho millones de dominicanos, llenos de necesidades, faltos de educación de salud, de seguridad etc., con menos de cinco mil pesos mensuales de salario, mientras unos cuantos a costa del dolor de esos ocho millones, viven como si fuéramos el país mas desarrollado del planeta tierra. Hasta en las pequeñas economías personales, cuando se esta iniciando hay que apretarse bien el cinturón, y cerrar los ojos a muchas necesidades no perentorias. Así mismo debe ser en nuestra sociedad, y fíjense que puede que no resulte difícil, por que ya, desde hace mucho tiempo, los de abajo, los que son casi todos los dominicanos y dominicanas, viven con el cinturón bien apretados e imposibilitados de disfrutar de nada, por lo que solo falta que un poquito, unos cuantos, se ajusten ese cinturón, y si tienen una pica de patriotismo o de amor por nuestra Nación, aporten un poco de sacrificio, permitiendo que no siga aumentando esa brecha de los que son casi todos y nada tienen con los que son muy pocos pero que son dueños de casi todo.
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