JUAN PABLO DUARTE

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26 de enero del 2007

 

Un año más y ya el país casi te olvida, pocos piensan en tus sacrificios.   A muchos menos les importa cuánto hiciste. A pesar de todo sigues viviendo en cada metro de tierra que cubre el país. Porque fuiste digno, porque fuiste ejemplo para muchos, inspiración para otros, tragedia para aquellos que te acusaron de ¡traidor a la patria!

¿Y qué es la traición? Según Pedro Santana es entregarse en cuerpo y alma a tu nación;  es dar todo por los otros, es querer ver a Quisqueya como la Suiza de América. Por eso debiste irte, por eso hoy te recordamos y mientras haya una persona que sepa de ti seguirás vivo en nuestros pensamientos y acciones.

La dominicanidad no se perderá mientras recordemos tu nacimiento, porque ese día Dios nos envió una esperanza.

A pesar de todo tu sacrificio, todavía sigue vivo el espíritu santanista en miles de dominicanos.  Parece que somos incapaces de adoptar las buenas costumbres, los buenos actos.

Duarte,  eres digno porque predicaste con el ejemplo;  porque no decías,  más bien hacías, porque a pesar de tus actos nunca olvidaste tu origen, porque a pesar de estar a miles de kilómetros de aquí preferiste sacrificar tu estatus de hombre acaudalado de su época y darnos hoy NUESTRA INDEPENDENCIA.

Tú iniciaste las ganas de todos tus seguidores a querer vernos libres e independientes, tú encendiste la llama de la libertad en Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, Gregorio Luperón y otros grandes de nuestra historia.

Eres el símbolo de nuestra libertad. Tú ideaste soluciones modernas en épocas difíciles. Tú reconociste lo necesario de compartir el poder, lo indispensable de que varias personas dirigieran la nación.

Una visión altamente moderna, pensada, altruista y desinteresada aquella que tuviste cuando sugeriste un cuarto poder, también independiente de los tres principales. A pesar de que nunca se llevó a cabo porque pudo más la ignorancia que la sensatez, la discordia que la verdad, la ambición de unos pocos que la bienaventuranza de muchos.

Sé que me oyes y sé que nos miras, y a pesar de todo sé que sigues pensando lo mismo todavía de hace más de 100 años.

"Mientras no se castigue a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos seguiremos siendo siempre víctimas de sus maquinaciones." Juan Pablo Duarte.