Organización  vial, orden y cultura

Recientemente estuvimos de viaje en la ciudad de Miami, y aunque quizás todos ustedes saben de lo que le voy hablar, no está de más  indagar sobre el orden que persiste en otras ciudades y así seguir conociendo cómo podemos vivir con mejor organización en nuestras vías públicas aplicando la ley y olvidándonos de nuestros problemas culturales latentes en nosotros. 

No es nuestra intención hacer comparaciones de la ciudad de Puerto Plata  y la ciudad de Miami, donde están dadas todas las condiciones urbanísticas y estructurales viales para exigir el cumplimiento de la ley a sus ciudadanos. Todos los que han tenido la oportunidad de salir del país, pueden darse cuenta que en otros países las leyes son iguales que la de nosotros en materia de tránsito; y que son las mismas señales para todo el mundo, la única diferencia es que son aplicadas por diferentes autoridades y lugares. 

Es sabido que nuestra cultura latina, propia de países con alto índice de subdesarrollo, y muchas veces en carencia total de ella, no nos permite avanzar con el desarrollo que esperamos, pero no es menos sabido, que solo hace algunas décadas que muchos de esos países también carecían de orden y planificación, pero no perdieron tiempo en la  formación de planes de desarrollo para obtener  el avance de hoy y junto a esos planes se impuso el orden dándole en el bolsillo a los infractores de las leyes de tránsito. 

Estamos a tiempo de poner orden, pero orden desde las esferas mas encumbradas, porque, hasta que no estemos dispuesto a someternos al orden, sin importar la posición social, política, económica, eclesiástica, militar y/o policial; entonces, la rebeldía de los que no tienen el poder del momento hace  infringir la ley, mientras la población dominicana común observe que los carros policiales pasan la luz roja sin estar en emergencia, que observen que el policía que maneja un motor anda sin el casco protector, que los funcionarios nos respeten las señales en las vías publicas, solo por poseer un chapa oficial, entonces, hacer que se respecte la ley de transito será vulnerable. 

En otros países donde si se respectan las leyes de transito es  muy difícil entender que después de alguien haber infringido la ley en materia de transito, encuentre un padrino político o militar para que todo se quede igual, porque, por respecto a la ciudadanía nadie se atreve a defender a alguien que haya cometido un infracción de tránsito por considerarlo un acto criminal. 

Entonces, que se empiecen a tomar otras medidas de protección ciudadana, tal como la tomada recientemente por Interior y Policía, donde prohibió el consumo de alcohol mientras se maneja o después de haber consumido bebidas alcohólicas, también, que se respeten las aceras  que muchas veces son usadas por motoristas  y policías motorizados para avanzar más rápido. Empecemos a poner orden, pero de verdad, para que realmente podamos ver progreso, porque sin temor a equivocarme, me atrevo a decir que estamos confundiendo el desarrollo con el progreso.

Según las estadística nacionales divulgadas a finales del año 2006, el 62%  de las muertes que suceden en este país, son por causa de accidentes de transito y todo esto es por el desorden mayúsculo que tenemos. No tenemos quien imponga el orden muchas veces por la impunidad de los que están “pegao” con militares, gobernadores, diputados, síndicos, funcionarios y otras personas de influencia. Eso debe acabar  para que nuestro país salga de este atolladero mental que tenemos.

HAGAMOS QUE NUESTRO PAIS REALMENTE FUNCIONE, PERO DE VERDAD, SIN COLORES DE PARTIDOS POR ELMEDIO.!!!!

 

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