"CASOS, RUMORES, MENSAJES Y ALGO MAS"

¿QUIEN PAGA POR ESO?

¿Cuántos se han detenido a hacer los números que representan los disturbios de Sosúa, a raíz de la muerte del Fiscal Ceballos?  Por si alguno no ha reflexionado sobre el asunto, podríamos decir que millones de dólares dieron al traste tan sólo con los centenares de extranjeros que, en busca de una nueva casa en un paraíso del Caribe, miraron con horror encerrados en sus carros como un grupo de mozalbetes entre los quince y veinticinco años de edad, apedreaban los vehículos y lanzaban desperdicios en la carretera, impidiendo el libre tránsito. 

¿Y es para esto que hemos venido? pudieron haberse preguntado. Lo cierto es que mientras muchos que están residiendo aquí están comenzando a pensar en que probablemente deban abrir vapor, aquellos ni sueñan ya con poner sus dólares en un lugar en el que antes que la justicia obre, la turbamulta se apodera del control de la única carretera que comunica toda la costa.  

Dominicanos ¿Qué es lo que estamos pensando? ¿Cuándo dejaremos de externar nuestras frustraciones a través de la violencia permitiendo que aquellos que ni tienen vela en el entierro ni tampoco son productivos a la sociedad sean ejemplo de anarquía para nuestro pueblo?  Rompen nuestros carros ¿Por qué? ¿Es que no somos de esta misma tierra? ¿A caso no sufrimos también los mismos embates de la vida y el dolor de la injusticia? ¿De dónde viene esta ira? ¿Del muerto? ¿De la sed de justicia? No lo creo, pues como seres civilizados y con un mínimo de cultura deberíamos comprender que para resolver estos casos hay que dar paso a la investigación y a la actuación de las autoridades. 

No, muy por el contrario, los que gustan del desorden encuentran la excusa perfecta para sus desmanes. Si tanto era el deseo de venganza, ¿por qué no salieron en busca de los que tiraron del gatillo, de esos en exclusiva? Así se entendería más el motivo de agredirles en particular.  Pero arruinar aún más la industria que da el sustento a miles de familias de Sosúa pesará todavía más sobre las espaldas de los que tienen menos. Se arruinaron muchas transacciones inmobiliarias y hoteleras en un sólo fin de semana y las malas lenguas seguirán hablando de inseguridad a todo el que pudiera oír. Alguien que responda ¿Quién paga por eso?

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