"CASOS, RUMORES, MENSAJES Y ALGO MAS"

 

¡Por fin! ¡Gracias Sr. Síndico! 

Ha sido para mí diez años de cruenta espera.  Para otros de mis vecinos la espera es aún mayor. Pero hoy vemos una luz al final del túnel y estamos seguros que no es una patana que viene a aplastarnos. 

Llevamos nuestro grito hasta los cielos pidiendo que las autoridades intervinieran en lo que son las calles de la Urbanización Las Caobas o mal conocida como la Urbanización Cueto. Nunca vimos una salida.  Se nos vendieron los solares y las promesas de calles, aceras y contenes y no vimos más que lodo y desesperación.  

En otras palabras, mis queridos lectores, hemos estado por más de diez años atrapados en inmensos cráteres de arcilla, resbalando, desbaratando nuestros vehículos y con nuestras casas más arriba del moño, sin poder venderlas ni hacer nada con tan caótico escenario. Estábamos desesperados.

¿Que dónde estaban quienes nos vendieron los solares? Muy bien gracias, en sus casas cogiendo fresco. Fueron parte del pasado gobierno y no pegaron ni una piedra en esta mazmorra barrial. Se burlaron de los que les dimos nuestra confianza y nuestro dinero; Se rieron de los reclamos de los que confiamos en su palabra y nombre. ¡Qué ilusos fuimos!   

Pero hoy, cuánto me ha llenado de alegría al entrar a mi barrio y ver la fotografía de Walter Musa, acompañada de un maderamen que rodea toda la orilla de lo que fuera un asqueroso fangal, para dar paso a nuevos contenes y aceras, señal inequívoca de que empezaron los trabajos y de que uno de los tres partidos ahora se acuerda de este manantial de sufrimientos. Y lo digo sin ningún resquemor ni presión alguna, pues las familias de clase media que componemos esta localidad hemos sabido hacer honor al pago de nuestros impuestos y al cumplimiento de las leyes. Es decir, creemos en el ciudadano ejemplar que recibe la justa retribución por su apego a las normas.  Sin embargo, cuando fuimos ante el bigotudo que ocupaba la sindicatura, no recibimos ni las esperanzas de que se  hicieran las calles de nuestra urbanización. Un gobierno diferente ha venido ha devolvernos las esperanzas, para alegría de la barriada y para rabia de los que tuvieron el cargo y no lo supieron aprovechar. ¿Acaso pensaron que les duraría toda la vida? 

Nunca he prestado mis líneas para ensalzar lo político, pero que fácil y dulces se hacen las palabras cuando los políticos hablan y respaldan sus palabras con hechos.  Cuánto les pesará a los demás no haber hecho aunque sea una calle en este lugarcito del medio de Puerto Plata; cuánto ha de retumbarles en los oídos que su partido no tuvo nada que ver en estas reparaciones ni con esta alegría que ahora sentimos. Una vez más: Gracias señor Síndico, Lic. Walter Musa. 

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