¿Gato con botas?10-11-2006Evidentemente que si usted ve pasearse por algún lugar un felino con un par botas puestas le va a causar enorme curiosidad, debido que este cuadrúpedo posee unas largas uñas, las cuales les posibilitan una serie de maniobras que de otro modo no podría realizar o al menos que se la hayan colocado con el definido propósito de ocultar su identidad, como es el caso del algunos políticos del patio, que aunque se sabe anticipadamente lo que podrían ser capaz, tratan de eludir su identidad a fin de que no se le descubra la intención. Es el caso del Licenciado Danilo Medina, flamante secretario de la presidencia del actual gobierno dominicano quien acaba de renunciar a la posición con el definido propósito de postularse a la candidatura presidencial por el partido de la liberación dominicana. El Lic Medina le asiste todo el derecho para aspirar a la más alta posición de la administración pública, pues reúne todas las condiciones que requiere la Constitución de la República para ocupar la posición de marras y en ese sentido, es un figura totalmente inobjetable para realizar sus diligencias encaminadas a terciarse la ñoña. Político dotado de una probada capacidad estratégica, con una experiencia sólida en las lides políticas, aunque con una debilidad constituida por una carencia carismática y con una capacidad de cálculo en materia política que raya sobre lo preciso. Renuncia precisamente cuando el gobierno se ve abocado ha tener que navegar en el fenómeno más peligro de su trayectoria, cuando el gobierno que él ayudo a diseñar y a conducir en un gran trecho tiene que tomar medidas que pudieran lacerarle ampliamente su popularidad, cuando todos los sectores: empresarios, trabajadores, chiriperos, chóferes, amas de casa , unifican su voz para reclamarle al gobierno suyo que el primero que tiene que poner el ejemplo en materia de austeridad son precisamente los funcionarios del gobierno y sobre todo sacándole en cara que son ellos( los funcionarios del gobierno) los principales culpables de que se tenga que realizar una rectificación fiscal, debido fundamentalmente, a la forma irresponsable en que se manejó el gasto público precisamente en el torneo electoral recién pasado y a lo largo de todo lo que va de gobierno. Entonces el Lic. Medina como para que no lo confundan como uno de los co-rresponsables de la forma incorrecta en que su gobierno ha venido aplicando los recursos que capta vía los impuestos, se lanza del barco en un momento justo antes de que se produzca la debacle en la popularidad del actual régimen. Antes de que se concreticen las nuevas medidas impositivas que drenarán las rentan de los que menos pueden. En el preludio de la profundización de la crisis económica que se avecina. Le huye como el diablo a la cruz a que asocien su figura con las pésimas imágenes que tal situación le acarreara a su gobierno. Pretendiendo, entonces, tomar distancia del gobierno y hacer como Poncio Pilato: lavarse las manos. No dude usted que al cabo de unos meses el Lic Medina aparezca en la prensa nacional criticando la política económica del gobierno que el ayudó ha concebir, criar y a desarrollarse hasta la actualidad, porque esa ha sido la tradición de los políticos dominicanos desde la decapitación de Trujillo hasta la actualidad, siempre actuando bajo la premisa de que el pueblo dominicano no tiene memoria y de que no tiene capacidad de reflexión, que el mal comido no piensa como lo señaló hace algunos años unos de sus compañeros de viaje. Pero la estrategia puesta en práctica del Lic Medina tiene como debilidad que ya otros políticos de su categoría, de su clase, de su estirpe, de su género, provenientes también de los partidos tradicionales del país la han puesto en practica y que en el caso de que ha resultado exitosa no se ha vista más ni menos que proporcionarle al pueblo dominicano más de lo mismo. La sociedad dominicana en base a mucha traición, de groseros engaños, de mucha amargura, ha ido aprendiendo frente al surgimiento de nuevos y falsos Mesías que no buscan sino mantener una claque política, fundamentada en la corrupción y el tráfico de influencia, los cuales se reparten el presupuesto publico como si fuera un pudín en cumpleaños y sobre todo a personeros que cambian de color y hasta de posición, hay que decirles como decían los campesinos cuando se les tendía una treta dirigida a engañarlos, pero que ellos descubrían a tiempo la intención premeditada de la trama:¨ ¿gato con botas?¨ |