Triangulación y liderazgo
Domingo 1 de octubre del 2006.
Los líderes políticos del siglo XXI,
tendrán la capacidad de escuchar voces de las mentes interiores en la
medida que presenten propuestas visionarias
Cuando hace un par de años empecé a
leer el libro “Juegos de Poder”, de Dick Morris, me llamó mucho la
atención el concepto de triangulación.
Como metodología, Morris señala que
la triangulación implica un movimiento hacia el centro. Y como
ideología, exige bajar el volumen de las propias ideas y escuchar, en
cambio, las voces de las “mentes interiores” de la propia nación.
Desde el punto de vista de la acción, supone tres aspectos: primero,
resolver las oportunidades o problemas identificados por los
adversarios; segundo, utilizar soluciones más allá de las propias, es
decir, combinarlas con las de los demás; y tercero, mantener la atención
en los temas de la propia agenda.
En ese momento, me pareció interesante el enfoque político de la
triangulación, ya que a través de su aplicación se extraen y se ponen en
práctica las ideas más avanzadas de las agendas programáticas
partidistas, pero sobre todo se contribuye a la profilaxis de las
ideologías políticas.
Por tanto, no puede haber triangulación si no existe oposición política
constructiva. La triangulación se nutre de la bipolaridad conceptual. Es
por esa razón, que dos años más tarde reaccionó y me doy cuenta que en
el país no existe bipolaridad conceptual, mucho menos oposición
constructiva que permita poner en práctica la triangulación, como forma
de extraer la mejor combinación de las propuestas político partidistas.
Hoy en día poseemos un sistema de
partidos políticos sumergidos en una gran confusión de ideologías y
formas de operar que tienden a converger en un mismo punto. No existe
oposición política real, elemento fundamental para la democracia.
Es difícil, para el pueblo llano darse cuenta si las ejecutorias de los
gobiernos son positivas o no para el país, ante la inexistencia de un
contrapeso político ideológico y accionario con planteamientos bien
fundamentados que hagan relucir los desaciertos políticos, de forma tal
que se eviten para bien de la Nación.
Volviendo a la triangulación como ideología, nos preguntamos, si en
algún momento los partidos políticos a través de sus liíderes han
dedicado tiempo a escuchar las voces de las “mentes interiores” de los
dominicanos. Creo que sí, ya que históricamente hemos sido un pueblo
bien manipulado.
Los líderes políticos del siglo XXI, tendrán la capacidad de escuchar
voces de las mentes interiores de los dominicanos, en la medida que
presenten programáticas visionarias y coherentes, que reflejen un
sentido de propósito bien definido, de tal manera que permitan ser
evaluados y retroalimentados por su accionar.
Milton Morrison es ingeniero
[email protected]
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