¿Y TU TAMBIÉN MACHINEA?
15 de enero de 2008
Días atrás recibimos con simpatía que el presidente
francés Sarkozy contratara dos premios Nobel de economía, Joseph Stglitz
y Amartya Sen, para que construyeran instrumentos más efectivos de
medición del buen gobierno en la economía.
Había observado el señor Sarkozy la enorme distancia entre las
estadísticas oficiales sobre el desempeño de la economía francesa y la
percepción de los ciudadanos. El Producto Interno Bruto (PIB) –para el
presidente francés- resulta un dato insuficiente para medir el
bienestar, pero además peligroso –por autocomplaciente y engañoso- que
estaría provocando el descreimiento de la población en la buena marcha
de la economía.
En nuestro comentario entonces insistíamos en que la economía República
Dominicana crecía, lo que estaba muy bien, pero crecía mal -en la
intermediación financiera y en las comunicaciones-, no en el turismo, no
en la agropecuaria, no en la manufactura local, que es donde necesita
crecer con vigor para ensanchar el mercado local y crear empleos; que
las políticas públicas dominicanas se limitan a garantizar condiciones
macroeconómicas estables y de libertad de mercado para que “crezca el
que quiera y pueda”. Y que, por ese camino, no habría ni progreso ni
cohesión social.
Ahora le tocó el turno a José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) hacerle el
favor a los dominicanos de llamar la atención sobre la ineficacia social
de apostar por la estabilidad macroeconómica y el crecimiento sin el
bienestar como objetivo.
¿Qué dijo el señor Machinea? Que la economía dominicana crece muy bien,
por encima de otros países de América Latina, pero que el desempleo es
alto, la pobreza y las desigualdades enormes.
No dijo absolutamente nada que no supiéramos los dominicanos, pero es
bueno que una personalidad de su renombre insista en ello. Sólo el 44%
de los dominicanos empleados está en el sector formal.
Lo gracioso es que al señor Machinea lo ha traído al país la Secretaría
de Economía, Planificación y Desarrollo, para que participe como
charlista en las festividades-semana aniversario que ha organizado con
motivo de su primer cumpleaños.
Habrá que imaginarse el malhumor del secretario Montás con José Luis
Machinea: la campaña electoral arranca oficialmente mañana y se
procuraba la bendición cepalina.
Equivocó el libreto o la sinceridad pudo más: en lugar de apología,
Machinea leyó el panegírico del modelo.
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