De Vamo’ arriba nada se ha vuelto a saber. Una nota de Tania Molina de 131 palabras y otra de 129 palabras de la redacción de Diario Libre en la edición del 11 de febrero de 2008, un año atrás, es todo lo que se ha escrito sobre este programa anunciado por el vicepresidente de la República. 260 palabras para un programa, si aún opera, que ha costado 4,800 millones de pesos (20 meses).

¿Qué es Vamo’ arriba? De acuerdo a Diario Libre “un nuevo programa de empleos para beneficiar con una partida mensual de tres mil pesos a personas pobres desempleadas de diferentes puntos del país, creado por el Gobierno a través del Gabinete Social de la Presidencia.”

“Vamo’arriba es un programa – explicaba entonces el vicepresidente de la República y jefe del Gabinete social- que yo no lo llamaría de empleo sino de transferencia condicionada, en que por tres meses, personas desempleadas reciben una ayuda de 3 mil pesos mensuales a cambio de obras comunitarias, como limpieza de cañadas, de parcelas de la Reforma Agraria” y que inició en junio de 2007. “Los beneficios de Vamo’arriba equivalen a transferencias del Gobierno por un monto de 240 millones de pesos mensuales.”

En las páginas de Internet del Gabinete Social (GASO) y del programa Solidaridad, no aparece información alguna, ni siquiera se recoge la publicación de Diario Libre. Nada. El buscador Google registra que sólo un diario dominicano, Diario Libre, da cuenta de la existencia de Vamo’ arriba.

Luego de mucho buscar, encontré algo en la página del PNUD, la agencia de desarrollo de Naciones Unidas. Ahí me enteré que Vamo’ arriba es un “componente” del proyecto “Apoyo al fortalecimiento del Gabinete Social (GASO) para el cumplimiento de los Objetivos del Milenio” y supongo que será eso que, en otro lugar, denominan “componente de inclusión económica “transferencias de alimentos y efectivo por trabajos comunitarios”, en las zonas pobres rurales de la región Sur y del Valle.”

Más adelante dice: “El proyecto GASO será enmendado para la incorporación del componente de Vamo´Arriba con el apoyo del PMA quien ofrecerá su asistencia técnica y facilitará los alimentos a entregar a los beneficiarios del programa, en adición del ingreso transitorio.  Se extenderá el plazo del proyecto hasta diciembre del 2009.”

Eso quiere decir que habrá Vamo’ arriba hasta diciembre de este año y que también involucra al PMA (Programa Mundial de Alimentos), otra agencia de Naciones Unidas.

He hecho deliberadamente este recorrido para que los y las lectoras de Perspectiva Ciudadana comprendan la magnitud del error comunicacional en el que ha incurrido el Gabinete Social; cómo una buena idea que revela intención solidaria del gobierno, validada y patrocinada por las Naciones Unidas, puede provocar suspicacias y, naturalmente, falta de apoyos.

No se si ya será tarde para recomendar transparentar la ejecución de Vamo’ arriba, publicar en Internet las personas beneficiadas (nombre, cédula, lugar, fecha de inclusión) y solicitar llevar sus beneficios a 150 mil personas  hasta que la economía, el empleo y el consumo se recuperen, con aportes de Naciones Unidas y contrapartida dominicana.

Digo esto porque hace unos días presentó sus cartas credenciales al canciller dominicano la señora Valerie Julliand, recién designada representante del Sistema de Naciones Unidas en República Dominicana y representante residente del PNUD. Por su trabajo con refugiados en Bosnia y Angola parece sensible a situaciones de tragedia y necesidad, y nada se pierde en sensibilizarla, ganar su simpatía para lograr la ampliación y extensión de Vamo’ arriba.

A riesgo de equivocarme, porque es poco lo que a estas alturas llego a saber sobre Vamo’ arriba, me permito sugerir : 1- Quitarle el carácter de ayuda condicionada y temporal y otorgarle todos los atributos de un programa de empleos y más allá de los tres meses; 2- Promover la asociatividad para que se puedan formar cooperativas y fomentar el emprendurismo; 3- No limitar los empleos a labores de limpieza de canales y conucos, extenderlos a pequeñas construcciones y servicios sociales como guarderías y atención a envejecientes. 4- Pensar cómo y dónde ubicar a las personas luego que termine el apoyo de Naciones Unidas, es decir, la durabilidad de esos empleos.