UNA DE DOS
Roberto Rodriguez-Marchena
Martes 16 Septiembre de 2008
En rueda de prensa esta tarde ofreció el Banco
Central de la República Dominicana sus cifras sobre el comportamiento de
la economía dominicana enero-junio 2008 y perspectivas.
Impugnarlas o aplaudirlas como es costumbre en opositores u oficialistas
no parece, desde la perspectiva ciudadana, el mejor uso que puede
hacerse de las cifras oficiales y de las explicaciones y comentarios con
las que las acompañó el gobernador Valdez Albizu.
Lo mejor es intimar con ellas, lograr ganar su complicidad para que
hablen y permitan entender porqué figuran ahí en traje de gala o en
pelotas, anoréxicas u obesas; así intuir el guión y con tiempo acopiar
lágrimas y risas.
Este ejercicio –inagotable, por demás- provee información valiosa sobre
los próximos pasos del gobierno nacional, si habrá o no cambios
significativos en las partidas presupuestarias, cuál será la naturaleza
real del gobierno.
A Valdez Albizu (Bancentral) y a Bengoa Albizu (Hacienda) debe
prestarle siempre atención si quiere usted saber lo que está ocurriendo
y va a ocurrir con la economía dominicana.
En general, comunica Bancentral, la economía tuvo un comportamiento
positivo en el primer semestre con un crecimiento de 7.5%, similar al
del año pasado. Estima que crecerá a diciembre entre 5 y 6%. La
inflación que alcanzó 9.41% al mes de agosto, gracias al descenso de los
precios del petróleo y del consumo, se situará entre 11 y 13%.
Las cifras revelan que intermediación financiera creció 19%;
comunicaciones; 15.7%, construcción, 10%; hoteles, bares y restaurantes,
6.1%; manufactura local, 4.9%. La agropecuaria, en cambio, -5.6%,
minería, -2.2%; zonas francas, -1.9%. Las exportaciones textiles de
zonas francas cayeron en -20.3%; sin embargo, otras como productos
eléctricos, joyería y manufactura de tabaco, crecieron 9.4%, lo que
confirma una tendencia en las zonas francas que debe mirarse.
Otra de las revelaciones hechas en la rueda de prensa fue que si el
precio del barril del petróleo se mantiene en una banda entre 102 y 106
dólares el barril, las finanzas gubernamentales podrían ahorrarse entre
302 y 352 millones de dólares. (El jueves, el superintendente de Bancos
había estimado en 150 millones de dólares el ahorro posible).
Los éxitos en la creación de empleos que consigna el informe no los voy
a comentar porque ya Miguel Ceara-Hatton, en un reciente artículo
publicado en Clave Digital, y que acogió Perspectiva Ciudadana, explicó
su origen y composición.
Finalmente, digo así porque habrá más oportunidades para seguir tratando
el informe, Bancentral confirma el dato que ya había estado circulando
que, gracias a la “disminución de los precios del petróleo y demás
materias primas en el mercado internacional, unido el efecto conjunto de
las medidas de política monetaria y el ajuste fiscal, deberán producir
una caída en el ritmo de crecimiento de las importaciones durante el
segundo semestre, (por lo que), se espera, que el déficit de cuenta
corriente se ubique en torno al 8% del PIB al cierre del 2008.” Es
decir, ¡pánico!, que pudo haber sido (puede ser) peor.
En general, el informe conduce a la creencia de que la economía va más o
menos bien. Salvo el inesperado inconveniente del alza en los precios
del petróleo (que ya cede) y de los alimentos y uno que otro exceso en
las importaciones, que la política monetaria implementada desde el
Bancentral ha amortiguado, no debería haber motivos para preocupación.
Ni necesidad de cambiar.
Leibniz, diría Voltaire, se quedó corto.
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