SOÑAR Y ESPERAR

Los trabajadores y empleados que cotizan para el sistema de Aseguradoras de Fondos de Pensiones—o AFP—no son tal “oligarquía financiera” ni siquiera en los “términos eufemísticos” en que lo sugirió el Presidente.

La verdadera oligarquía financiera del país son los dueños de los bancos y ellos son los que tienen en sus bóvedas los más de 50 mil millones de pesos que hasta ahora han pagado trabajadores y empleados cotizantes.

Y no ofrecen, desde luego, ese servicio de gratis, sino que cobran los denominados servicios de intermediación que, en ese caso, representan una determinada cantidad del trabajo de los y las cotizantes.

En una sociedad más sensata ese dinero no estuviera enriqueciendo más a los banqueros, sino que estuviera hace rato produciendo millares de empleos, formalizando a la micro-empresa informal, haciendo crecer a la pequeña y la mediana empresas, estimulando la construcción con proyectos de vivienda para los sectores medios y hasta la  misma banca privada de seguro estuviera obteniendo más beneficios y el gobierno estuviera recaudando más por concepto de impuestos promoviendo ese círculo virtuoso.

Pero tenemos mentalidad de alcancía y a los gerentes de nuestra sociedad les falta mucha imaginación, al parecer.

De hecho el movimiento cooperativo dominicano maneja cientos de millones de pesos sin mucha alharaca y es responsable del progreso de millares de familias del país.

Imagínemonos qué pudiera ocurrir si se creara un segundo movimiento cooperativo con aquellos fondos –al tiempo que se fortaleciera al existente—con la debida contraloría y  métodos avanzados de administración y ejecución de proyectos de promoción social y económica.

Claro que no se crearía una nueva “oligarquía financiera” ni siquiera en términos eufemísticos, pero de seguro hablaríamos pronto de una sociedad más progresista al mismo tiempo que más justa.

Mientras, nos toca soñar y esperar y no en términos eufemísticos.

Publicado con autorización expresa de los autores. www.perspectivaciudadana.com