SI YO FUERA LEONEL...
Por: Sara Perez
18 de mayo de 2008
READING, PA.- Tal y como
pronosticaron las encuestas independientes y tal y como era del todo
previsible para cualquiera que no estuviera obnubilado por el
fanatismo o la desesperación, Leonel Fernández y el PLD “ganaron”
las elecciones del pasado viernes, acontecimiento que lo único que
tiene de promisorio es que finalmente se acabó la asqueante campaña
electoral, ese borboteo impúdico de imbecilidad chillona.
Ahora bien, si yo fuera el
presidente Fernández me daría vergüenza que me vieran la cara. Me daría
vergüenza haber tenido que salir como si yo fuera un camión de basura a
recoger cualquier desperdicio político que hubiera en las aceras.
Si yo fuera él me daría
vergüenza haber tenido a ciertos turpenes haciendo campaña a mi
favor y diciendo que necesitaban más millones que los que tenían
asignados porque no eran suficientes para convencer a su ración de
votantes.
A mí me avergonzaría tener que
pagarle un sueldo a Fefita la Grande para que vote por mí y haber
desembalsamado a Jack Veneno, entre otros del mismo perfil y con los
mismos fines.
Si yo fuera Fernández me daría
mucha vergüenza haberme visto obligado a emplearme tan desesperadamente
a fondo para disputarle un triunfo a un candidato tan frágil y
erráticamente elegido como Miguel Vargas Maldonado.
A mí me daría vergüenza que el
candidato del partido que hace cuatro años salió del Gobierno
totalmente desprestigiado, tras una administración catastrófica, saque
un 40 por ciento de los votos, sin tener a mano todos los recursos del
Estado empleados por mí.
Si yo fuera Fernández me
avergonzaría que mi partido gastara 282 mil millones en publicidad sólo
entre enero y abril de este año, (mucho más del doble de lo que pudo
gastar el PRD, su contendor más cercano) y sin contar el gasto
publicitario del Gobierno, que en un solo mes, entre el 18 de febrero y
el 23 de marzo, ascendió a más de 114 millones, pagados directamente
con dinero de las arcas nacionales.
Por un asunto hasta de orgullo
personal, a mí me avergonzaría no tener ni un solo voto gratis. Yo me
avergonzaría de las nominillas, de haber tenido que apoyarme en más de
un millón de botellas, de haber tenido que repartir a paletadas el
dinero del Estado entre militantes de mi partido a cambio de la
simpatía política.
Si yo fuera él me daría
vergüenza hablar de la “crisis de pensamiento” que afecta a la República
Dominicana, siendo yo el representante más conspícuo y el más
beneficiado por la misma.
Si yo fuera Fernández me
avergonzaría del clientelismo ramplón, de haberles prometido dinero
extra a los dirigentes intermedios en cuyas zonas ganara el PLD con más
de un 60 por ciento. Me avergonzaría tomar ventaja de la miseria de la
gente, para comprarla, embrutecerla y envilecerla con una minúscula
asignación de sobrevivencia.
Si yo fuera él, me avergonzaría
de los periodistas a mi servicio en los medios de comunicación, algunos
de ellos tan particularmente pestíferos, que basta con observarlos
para hacerse una idea de cómo eran los alabarderos babosos y calieses
que Trujillo consiguió reunir en su corte.
A mí me daría mucha vergüenza
que teniendo de aliados a Vincho y a Pelegrín, en uno de mis mítines
haya un accidente en el que resulten muertos siete simpatizantes
haitianos. Por cierto, ¿Ya Vincho y Pelegrín averiguaron si esos
haitianos tenían actas de nacimiento y cédula y se disponían a votar?
¿No van a solicitar una investigación al respecto?
Si yo fuera Leonel me
avergonzaría de cada uno de mis triunfos. Del rápido olvido de los
muertos de la presa, del fácil engaño con que una total ineptitud se
convierte en una patética farsa populista, del relumbrón del Metro,
hecho a su estilo, privilegiando la fachada, del precipitado entierro
del caso de la masacre de Boca Chica en plena recta final de la campaña,
de la impunidad en el expediente de la Sun Land y mil firmas más.
Si yo fuera Leonel no sabría
dónde meter la cara cuando alguien mencione las vallas electorales del
Invi, Inavi, Obras Públicas y los Ayuntamientos.
Si yo fuera Fernández me habría
dado mucha vergüenza decir que Juan Bosch estaría orgulloso del
resultado de estas elecciones.
Y al igual que al Presidente, la
vergüenza debía darle a todo el que sirva dentro del PLD. Si es que
queda alguien en esa categoría.
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Publicado con autorización expresa de su autora.
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