¿PRIVILEGIOS
PARA LOS EMPRESARIOS AGROPECUARIOS?
Roberto
Rodriguez Marchena
Domingo 08 de Junio del
2008
Para lograr la seguridad alimentaria –se dice- hay que privilegiar la
producción de alimentos para que lleguen en suficiente cantidad y buen
precio y se garantice la ingesta necesaria de nutrientes de la
población.
Veamos esto último: “la ingesta necesaria de nutrientes de la
población”. Las dos terceras partes de los dominicanos y dominicanas no
come bien porque no gana o porque no ingresa suficiente dinero para
comprar los alimentos. No ahora, en estos días, en los que se habla de
crisis alimentaria, sino desde que “tengo uso de razón”. Y me quedo
corto. Un enorme inconveniente que tiene la producción de alimentos, que
tienen los productores agropecuarios en nuestro país, es un mercado de
consumidores con bajísimo poder adquisitivo.
De manera que,“la ingesta necesaria de nutrientes de la población” nada
tiene que ver con que se produzca poco, mucho o más en el campo
dominicano. De hecho, la producción agropecuaria dominicana tiene con
frecuencia los llamados “excedentes” de producción, que no son
socialmente tales, pues muchas empresas agropecuarias producen a mediana
capacidad. Ese poco o mucho “excedente” de producción que “no se les
vende o no pueden colocar en el mercado” los lleva a recurrir al
gobierno para que lo compre y lo regale a través del Plan Social de la
Presidencia.
En resumen: Embarcarse a secas, como política pública, a producir más
alimentos, sembrar más tierras, engordar más pollos, cerdos y reses,
poner más huevos y ordeñar más vacas, no garantiza “la ingesta necesaria
de nutrientes de la población”, ni seguridad alimentaria, ni mayor
bienestar de la población. Hará que los productores agropecuarios, si
pueden exportar, ganen más dinero, que se creen más empleos y no se
pierdan los que hay. Muchos de los cuales, en aras de la rentabilidad,
serán empleos para haitianos a los que pagan bajos salarios.
¿Producen los productores agropecuarios dominicanos los alimentos que
consumimos? El arroz, las habichuelas, las carnes de pollo, cerdo y res,
los huevos, los plátanos, la yuca, entre otros, en buena medida aquellos
que consumen las dos terceras partes pobres e indigentes de la población
y muchos de la clase media. El inconveniente es que producen con insumos
importados, al punto que –en broma y en serio- se dice que no son
producidos, sino ensamblados por nuestros productores. Fertilizantes,
insecticidas y el combustible también son importados. Con la devaluación
del dólar, el alza del euro, la especulación en la Bolsa de Chicago, el
alza del petróleo, el privilegio que goza la alimentación de los
vehículos –los agrocombustibles- por encima de la alimentación de las
personas, sus costos de producción se han disparado.
Producen también los productores agropecuarios con dinero caro o escaso
–los bancos no quieren prestarle igual que a los demás por los riesgos-;
son víctimas con frecuencia de huracanes, tormentas o sequías y sus
competidores en Estados Unidos y Europa gozan de privilegios que, ni por
asomo y nunca tendrán del gobierno dominicano, porque con el pago del
servicio de la deuda publica y el subsidio al sector eléctrico es poco
lo que queda.
Su derecho a producir y ganar dinero para ellos y sus familias está
amenazado.
A través de la Junta Agroempresarial Dominicana, productores
agropecuarios han presentado una propuesta al gobierno para que se les
otorguen privilegios como no pagar los impuestos del gasoil que utilizan
para transporte, subsidio a la soja y al maíz que adquieren para
alimentar a los pollos, dinero barato para tecnificar sus procesos
productivos y otros más.
¿Si el gobierno les concede semejantes privilegios se garantiza “la
ingesta necesaria de nutrientes de la población”? El gobierno debería
estudiar y dar a conocer el contenido de la propuesta de los productores
agropecuarios. Pues si los ciudadanos y ciudadanas, a través del
gobierno, otorgamos privilegios como los que ellos reclaman, que no
disfruta ni tendrá el resto de la población, debe ser bajo ciertas
condiciones que deben hacerse públicas. Dos de esas condiciones podrian
ser: abasto y precios privilegiados para la población dominicana antes
de exportar.
Hay que escuchar y apoyar a los productores agropecuarios. Les creo
merecedores de esos privilegios -discriminacion positiva- que reclaman,
infinitamente menores que los que reciben sus pares en Europa y Estados
Unidos.
Ahora, el gobierno deberá manejarse con mucho tacto y justicia pues para
muchos otros ciudadanos y cuidadanas, los meses por venir podrían
significar pagar más por el gas de cocinar, por la comida, por las
medicinas, por la gasolina del vehículo familiar, más por la hipoteca de
la casa o apartamento, más por la hipoteca del carro, aplazar compras de
bienes durables, reducir las salidas a cenar, olvidarse de vacacionar y
nada de alza salarial.
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