POR MEJOR CAMINO
Por: Rafael Sánchez Cárdenas
Viernes 27 Marzo de 2009
Perspectiva Ciudadana viene abogando por cambios en
la orientación de las políticas públicas. Un cambio serio. Una
transformación en los objetivos y programas sectoriales en la línea de
recoger las preocupaciones, aspiraciones y necesidades de la población
y su incorporación al cuerpo legal, cuando sea necesario.
El Estado habla a los ciudadanos a través de la
calidad y la eficacia del servicio prestado. Una práctica estatal
burocratizada, alejada del sentir ciudadano, solo conduce al gasto
desenfocado y a un sistema impositivo injusto, incapaz de discriminar en
sus esfuerzos recaudatorios. Como máquina tragamonedas.
Viene esto a cuento en razón de la presentación de
tres (3) proyectos de leyes ante el Congreso Nacional mediante los
cuales se deducirán del impuestos sobre la renta (ISR) los gastos
escolares de las familias, la reducción del anticipo de 5% al 0.5% en
las compras de bienes y servicios y aquella relacionada con las
renegociaciones de los préstamos hipotecarios sin cobros adicionales.
Aunque faltan gastos a tomar en cuenta para fines
de exención fiscal, como los de salud, resultan alentadoras y merecen
congratularse el esfuerzo y la dirección de las leyes contempladas.
Apuntan al interés ciudadano.
No es justo que unos padres que hacen un gran
esfuerzo para proveer a sus hijos de una mejor educación tengan que
pagar impuestos por el gasto que ello comporta. Una penalización
irracional, que poco incentiva su esfuerzo responsable, en tiempos de
una escuela pública en crisis.
Pero igualmente ocurre con los anticipos, sobre
todo en la pequeña y mediana empresa, una de cuyas debilidades es su
escasa disponibilidad de capital de trabajo y/o crédito blando. Avanzar
dinero al fisco, mes tras mes, a cuenta del ISR a pagar al cerrar el año
es un caro impuesto para todo emprendedor cuya flaqueza es justamente la
ausencia de capital. Aumentar los recursos disponibles para estas
empresas es su vida misma: la posibilidad de mayor inventario, pagar
facturas en atraso, hacer más atractivo su negocio y probablemente
aumentar sus ventas. Para alegría del socio, que es el fisco.
En fín, estas leyes son una mejor manera de empujar
el esfuerzo y el éxito ciudadano hacia el común destino de una mejor
sociedad. Alentamos, por tanto, al gobierno a profundizar el cambio que
estas medidas implican en la orientación de las políticas públicas. Es a
la gente y su quehacer a quienes debemos priorizar. En su servicio están
las esencias de la vida en democracia
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