Opinión
 

POR EL DERECHO AL TURISMO

Por: Ramón Tejeda Read
Martes 07 de Abril de 2009

Estamos en crisis. Es un hecho. Pero puede usted apostar peso a cabo de túbano que el éxodo de Semana Santa comenzó ya, se acentuará a partir de mañana y el jueves próximo no habrá una parada de guaguas que no esté abarrotada.

No habrá carretera, pueblo, hotel, hotelito, playa de mar o de río que no sea invadido por el gentío en busca de solaz, de convivencia, de encuentro familiar; en fin, de turismo del bueno.

Decenas, quizás cientos de miles de negocios y negocitos revivirán, harán su agosto; verán justificada su existencia aunque sólo sea por esta semana para volver a existir para el Día de las Madres, o las patronales o para Navidad.

Decenas, quizás cientos de millones de pesos se pondrán en movimiento llevando vida a lo largo y lo ancho de todo el país por encima de la crisis, por encima de la mojigatería y por encima de todo.

Será la prueba palpable, contundente, de que nada detiene el inmenso deseo de los seres humanos -y particularmente de dominicanos y dominicanas- por vivir, por disfrutar de la vida. Que, como ya proclamó Joan Manuel Serrat, “sólo vale la pena vivir, para vivir”.

Sin embargo, la razón de esta Perspectiva va más allá del júbilo y la celebración de la vida para llamar la atención de las autoridades gubernamentales y municipales hacia la importancia  y la necesidad de hacer mayores esfuerzos para desarrollar el turismo interno, diversificando y cualificando las ofertas, las micro, pequeñas y medianas empresas del área, particularmente del interior del país.

No es nada nuevo. En muchísimos países se mejoran y se  promueven los destinos de montaña,  las visitas a los santuarios naturales, el turismo educativo, y a lo largo de los caminos se habilitan los pequeños hoteles, las paradas de descanso en los viajes largos proveyendo al turista de espacios de calidad y a buenos precios.

No es nada nuevo. En Uruguay, por ejemplo, el Programa de Gobierno del presidente Tabaré Vásquez  proponía establecer “el derecho al turismo” para todos los ciudadanos y ciudadanas habida cuenta de que en aquel país, como en el nuestro y como en todos los de América Latina, hay millones y millones de personas excluidas, impedidas de ejercer ese derecho fundamental que es, además, un formidable instrumento de desarrollo.

Esta Perspectiva es un espacio muy breve para detallar algunas de las mil y una formas de llevar a cabo un proyecto semejante de desarrollo del turismo interno, pero no debe caber a nadie la menor duda de que hay millones de dominicanos y dominicanas necesitados de poder ejercer su derecho al turismo y el Estado está en el deber de poner en marcha las iniciativas que lo hagan posible.

               

Publicado con autorización expresa de los autores. www.perspectivaciudadana.com
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