POLÍTICA ECONÓMICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES
8 de enero de 2008
El titular lo tomamos prestado del editorial de
ayer del New York Times
Economic Policy for Tough Times.
Reclama el diario norteamericano medidas urgentes para evitar mayores
daños a la economía, siendo la primera relanzar el consumo. Lamenta el
infortunio de tener al republicano Bush en la presidencia ya que para
éste hay sólo una receta para todo los males: bajar impuestos…a los
ricos. Lo que indica, asegura NYT, que el señor Bush no sabe lo que debe
hacerse en estos momentos.
El editorial sugiere al Congreso -dominado por los demócratas- a tomar
la iniciativa de elaborar y presentar al país un paquete de medidas
dirigidas a estimular el gasto de los norteamericanos de ingresos medios
y bajos. En ese paquete, a juicio del NYT, podría contemplarse dar un
mayor apoyo a los desempleados y transferencias directas a los estados.
En la Perspectiva del Día del 28 de diciembre, que fue la última del año
2007, titulada
El 2008 no será fácil, advertíamos sobre lo que ya comenzamos a
sentir en esta primera semana de 2008 con el huracán Alza de precios.
(Ver la Perspectiva del Día del viernes pasado
Alza de precios y pérdida de confianza).
Desde Perspectiva Ciudadana hemos venido dando seguimiento todos los
días al comportamiento de la economía dominicana y mundial, buscando,
ubicando y compartiendo con nuestros lectores y lectoras, informaciones,
artículos, datos de bancos centrales, análisis y opiniones de
economistas, politólogos, declaraciones de políticos y gobiernos.
Nuestra impresión –sin ser aguafiestas y sin ánimo de fastidiar- es que
se precisan cambios en la política económica. Decíamos que de no
cambiar, el impacto podría sentirse antes o después de las elecciones.
Lo que planteamos –lo escuchamos decir a empresarios y ciudadanos
dominicanos- es que las políticas públicas deben ir más allá de lo
alcanzado, no volver al pasado. Ir más allá de la estabilización,
inflación cntrolada y tipo de cambio estable.
Crece la economía, es cierto y está muy bien, pero no hay bienestar, y
crece la desigualdad y la exclusión. Crece la economía, es cierto y está
muy bien, pero crece mal (no creen los sectores que deberían crecer).
Crece la economía, es cierto y está muy bien, pero los ingresos reales
de las familias decrecen.
La moneda está estable, ha recuperado valor, es cierto y está muy bien,
pero ni los salarios crecieron, ni los precios bajaron.
Las reservas internacionales del Banco Central están altas, es cierto y
está muy bien, pero extranjeros poseen 42,000 millones de pesos (casi el
equivalente de las reservas) en certificados del Banco Central que, si
un día se antojan retirarlos...mejor ni pensarlo.
El gobierno Fernández comete un error de interpretación al creer que las
necesidades de los sectores productivos y de los ciudadanos se debate
entre entre el pasado (políticas públicas perredeístas) y presente
(políticas públicas peledeístas), y no entre el presente (actuales
políticas públicas) y futuro (MEJORES políticas públicas).
El miedo al pasado perredeísta es real, pero la ilusión de un futuro
mejor es aún más fuerte entre los dominicanos y dominicanas.
El NYT reclama medidas urgentes para enfrentar un problema coyuntural:
el reflujo del consumo de los y las norteamericanos. Ese es a su juicio,
el desafío económico del momento.
Lo que para la economía norteamericana es coyuntural, para la dominicana
es estructural: es un mercado pequeño con una raquítica capacidad de
consumo. El verdadero desafío de las políticas económicas dominicanas es
engrandecer el mercado y el consumo de las familias.
Para lograr esto no basta con hacer y dejar crecer la intermediación
bancaria y las comunicaciones, es preciso estimular la manufactura local
y la agricultura, para que produzcan a plena o mayor capacidad y creen
muchos empleos que van a elevar los ingresos y por tanto el consumo,
pero para eso se precisa apostar al turismo, la vía más rápida y
rentable de ensanchar el mercado y financiar masivamente a las mipymes.
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