PALABRAS QUE HABÍAN PERDIDO VALOR
Por: Víctor Corcoba Herrero
Miércoles 23 de Septiembre de
2009
De un tiempo a esta parte, con motivo de la
profunda crisis social y económica que vive el mundo, se han puesto de
moda vocablos que nunca debieron perder su valor, como la austeridad y
la mesura, el sentido de la equidad y de la justicia, la cultura del
esfuerzo y el deber de trabajar, el respeto a la palabra dada y el
cumplimiento de la ley. El ser humano, pero también el mercado, debe
cotizar sin complejos las palabras anteriores. Son fuerzas morales
fundamentales y precisas si no queremos retroceder, sobre todo para
asegurar un mejor desarrollo integral en todo el planetario, en parte
plasmado en los apasionantes objetivos de desarrollo del milenio, que
conviene tenerlos muy presentes, por lo que son y por lo que representan
de avance social: erradicar la pobreza extrema y el hambre, educación
universal, igual entre los géneros, reducir la mortalidad de los niños,
mejorar la salud materna, combatir el VIH/SIDA, sostenibilidad del medio
ambiente y fomentar una asociación mundial.
Habían perdido valor palabras que dicen mucho y
hacen más. Urge cultivarlas seriamente para que nos cambien por dentro.
Verán como se sale antes de la crisis. Fuera gastos innecesarios, lujos
superfluos, modas transitorias, antojos momentáneos. No es fácil en un
mundo en el que se propicia el consumo por el consumo, en el que nadie
se ocupa de nadie, en el que compartir en verdad con quien sufre más que
nosotros sigue siendo un sueño, en el que tampoco se educa a los niños y
jóvenes en la austeridad, asumiendo por convicción un estilo sobrio de
vida.
La desmedida avaricia de algunas personas, también
de ciertos gobiernos o empresas, atenta contra el bien de todos. No es
lícito actuar así pero seguimos haciéndolo. Díganme, sino: ¿cuántos
ciudadanos ponen su riqueza en dar y en darse, que es la mejor manera de
ser?; ¿cuántos altos cargos están dispuestos a rebajarse su salario?; ¿o
cuántos empresarios ajustan sus expectativas viviendo un espíritu de
moderación y solidaridad? Quizás sea bueno despertar las utopías desde
las culturas, concienciar ilusiones que nos desenganchen del conformismo
estéril y del pensamiento único. Sin duda alguna, el tren del
aburguesamiento acaparador, utilitario, materialista, al que nos impulsa
la sociedad capitalista debe entrar en vía muerta.
También los seductores ídolos de violencia,
corrupción y riqueza, son viajeros que no pueden andar por los raíles de
la vida como perro por su casa. Puede ayudarnos a tomar boca esta idea
aristotélica: “La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos
justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de
templanza; valientes, realizando actos de valentía”. Está visto que,
junto al talento debemos impregnar valores, si queremos salir de la
crisis. A buen entendedor, pues, pocas palabras bastan.
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