OBAMA, ELECIONES Y CASA BLANCA
Por:
Fernando Peña
Viernes 19 de Junio del
2008
Según una encuesta publicada por
el semanario Newsweek para el Instituto Princeton de Estados Unidos el
2 y 3 de Julio 2008 entre 1,002 personas mayores de 18 años, el 92 por
ciento de las personas afirman estar dispuestas a votar por un candidato
negro.
Esa misma encuesta destaca que
sólo el 59 por ciento piensa que su país está pronto para elegir un
presiente negro, y dos tercios de las personas encuestadas (66 por
ciento) dijeron que hay posibilidades de que voten por el senador
demócrata Barak Obama.
Y a la pregunta sobre la
eventualidad de votar a un candidato hispano el 81 por ciento contestó
estar listo a elegir esa opción, aunque el 39 por ciento piensa que sus
compatriotas no están preparados para hacerlo.
Esto nos da un indicativo de que
la gran mayoría de los estadounidenses parece estar preparado para votar
por un negro, un afroamericano. Obama sería el primer presidente negro
en la historia de Estados Unidos.
En el pasado otros
estadounidenses negros han buscado llegar a la presidencia, pero Obama,
de 45 años, es el primero en haber ganado para unas elecciones
primarias demócratas con fuerte apoyo a nivel nacional.
Se le considera un fenómeno
nunca visto en la política estadounidense, con solo dos años como
senador, del periodo de seis, con habilidades retóricas, hace recordar a
John F. Kennedy en 1960.
Se dice que acaparó el panorama
nacional de EEUU en el verano de 2004 cuando dio un electrizante
discurso en la Convención Nacional Demócrata en Boston.
Ha expresado en varias
entrevistas que el haber vivido en Indonesia, con su madre y su padrasto
indonesio, le abrió los ojos a los extremos de la pobreza y la riqueza
en el mundo, y del efecto desgarrador de la agitación política en la
gente común..
“Me hizo consciente de las
enormes diferencias en oportunidades que existen en muchos países del
mundo. Además, me hizo apreciar lo profundamente empobrecida que puede
estar la gente, y como temas como la corrupción pueden frustrar las
oportunidades”, expresó
Ante una multitud que lo
aplaudía declaro, “no hay un Estados Unidos negro y un Estados Unidos
blanco, y un Estados Unidos latino, y un Estados Unidos asiático. Somos
un solo pueblo, todos juntos jurando lealtad a las barras y las
estrellas, todos defendiendo a los Estados Unidos de América”.
El ha sabido deslizarse entre el
mundo político negro y el blanco.
Las posibilidades de llegar a
la Casa Blanca es una realidad, él que es un hombre de raza negra podría
convertirse en presidente de EEUU.
Pero esa posibilidad de que un
afroamericano llegue a la presidencia, que sea el candidato que
trascienda el factor racial y las barreras ideológicas, en busca de un
nuevo EEUU post racial, sin divisiones entre blancos y negros, ni entre
derecha e izquierda, ha reavivado los temores, la psicosis que parecía
enterrada entre los estadounidenses: la de un posible asesinato.
Estados Unidos tiene precedentes
históricos, solo hay que recordar a John F. Kennedy, Martín Luther King
o Bobby Kennedy.
Hace poco la premio Nóbel de
Literatura Doris Lessig “vaticinó” que si Barak Obama salía elegido: “no
duraría mucho tiempo porque ellos lo asesinarían”.
Y se piensa así no por la
generalidad del pueblo norteamericano, sino porque en el seno de esa
sociedad hay una minoría intolerante con lo que tiene que ver con la
raza, origen y religión. Esa minoría es diabólica, no toleran y expresan
un odio a los negros, hispanos y judíos.
Están organizados, no respetan
ni creen en el gobierno federal, ni en sus leyes ni en la ONU.
Esa es una gran realidad de EEUU,
más cuando Obama representa la reivindicación de una mayoría excluida y
marginada tras 500 años de resistencia, 500 años de exclusión y
atropello a la dignidad humana.
Barack Obama, primer candidato
negro a la presidencia de USA ha dicho, “he obtenido la mejor protección
del mundo, dejen de preocuparse”. Pero, mucho no dejan de recordar que
en 1968, cuando el reverendo Martín Luther King Jr. Y el senador Robert
F. Kennedy fueron asesinados en un periodo de dos meses..
Además de esas aprensiones, EEUU
ha llegado a un estado muy lamentable, hay demasiadas cosas que van mal
al mismo tiempo, “con un presidente que durante dos períodos anda por
ahí chillando “Yo soy el que decide”.
La suerte está echada, ojala que
Barack Obama, que comenzó su vida política como organizador de bases en
Chicago, que trabajó en la movilización de los pobres, que se mueve con
tinte progresista y otras con conservadurismo, que cuando trabajaba en
la reconstrucción de una comunidad negra, en el South Side de Chicago,
los vecinos lo llamaban “Yo Momma” porque no podían pronunciar su
nombre, llegue a la presidencia de Estados Unidos.
Más aun cuando ese sistema de
equilibrio de poderes que representó EEUU se ha ido resquebrajando,
dicen que por “el amiguismo y la corrupción crónica en Washington D.C,
porque hemos permitido que nuestro sistema electoral, la única
institución no negociable en una democracia, sea envilecido y
secuestrado, como sucedió con las elecciones presidenciales del 2000 en
Florida”.
Barack Obama es una realidad
política de Poder en EEUU, todos esperamos que no tenga el mismo final
trágico de Martín Luther King
El Autor es Periodista.
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