Opinión

 

NO ES DE VALORES, ES DE JUSTICIA

Por: Ramón Tejeda Read
Miércoles 04 de Marzo de 2009

De un tiempo a esta parte se nos trata de convencer de que el discurso puede sustituir a la realidad.

Se nos dice desde el púlpito, por ejemplo, que la sociedad no anda bien porque “los valores” andan mal.

Abogados, ingenieros, tecnócratas y “filántropos” de toda laya y algunos que reparten muy bien lo que no es suyo y que en su vida habrán tenido en sus manos un  manual de Pedagogía están convencidos -y quieren convencernos a todos- de que el problema de nuestra sociedad es que “hay que educar en los valores”. Que hay que “retomar los valores en la escuela”, dicen.

Así escurren el bulto y, de paso, echan la culpa a los pobres maestros y maestras que, dicho sea en justicia, no tienen vela en ese entierro, por más que se diga.

Olvidan unos -y reniegan otros- que los seres humanos estamos muy determinados por nuestras condiciones materiales de existencia.

Lo decían los marxistas del siglo pasado, pero era una verdad  siglos y siglos más vieja que ellos y expresada por el mismo Jesús cuando en un momento, advertido de la cantidad de gente que le seguía, explicó que “esos no vienen por lo que decimos, sino por los panes y los peces que repartimos”.

En una sociedad con más de un 50 por ciento de excluidos y desempleados no debe sorprender que a la delincuencia de todo tipo le sobre mano de obra; total -piensan quienes delinquen, y no les falta razón-, al final lo importante es conseguir riqueza, no la forma en que se consigue. Y ejemplos no les faltan.

En un medio en que la educación está objetada como medio de ascenso social para las grandes mayorías empobrecidas y algunos analfabetos consiguen millones y millones de dólares sin más méritos que golpear una pelota con un garrote, ¿ha de extrañar que millares de jóvenes afanen y padres y madres intenten hasta lo imposible para que “firmen” a sus vástagos?

¿De qué valores vamos a hablar a gente que vive en el borde de la de la sobrevivencia?

Olvidan los nuevos apóstoles de los valores -por ignorancia, unos; “a posta”, los otros- que el problema no es de valores, sino de justicia… Que si “los valores” andan mal, es porque la sociedad no puede ser más injusta y desigual.

José Martí, con su proverbial claridad, nos convocaba a “ser cultos para ser libres” y a “ser buenos para ser dichosos”, pero a seguidas recordaba que “está en la naturaleza humana que para ser buenos hay que ser prósperos”.

Más claro, ni el agua.

Oí a Danilo Medina resumir el problema en estos días a propósito de lo que ocurre con los partidos políticos: ¿Cómo no va la política a estar inundada de buscadores de oportunidades si la mitad de la sociedad es pobre y excluida y tiene cerradas las otras puertas de la promoción social?, decía.

El problema no es tan simple como “vamos a enseñar los valores”, es de justicia.

 

Publicado con autorización expresa de los autores. www.perspectivaciudadana.com
Su comentario sobre esta opinión
Evite los insultos, palabras soeces, vulgaridades o groseras simplificaciones
Nombre:
Apellido:
Email:
País:
Ciudad:
Mensaje:

 

     

 

Más Opiniones