MI PRIMER TRABAJO
Por: Roberto Rodriguez
Marchena
Viernes 3 de Octubre de 2008
Los diputados acaban de aprobar en dos lecturas el
proyecto de ley Primer Empleo, dirigido a crear oportunidades de
trabajo para las y los jóvenes entre 18 y 30 años, el 33% de la
población dominicana.
Muchos estudian, terminan el bachillerato y no encuentran empleo. Otros
más, bachilleres, estudian en cualquier universidad, provienen de
familias pobres y para poder cumplir con la academia y lograr su sueño,
deben emplearse para cubrir inscripción, transporte, libros y aportar al
sustento de la familia, pues en la casa está empleado sólo uno de sus
padres o peor, nada más está la madre con otros hermanos y lo poco que
ingresa no alcanza.
También están aquellos y aquellas que, ya graduados, con una carrera
técnica o una licenciatura en su haber, tampoco encuentran quien les
ofrezca un empleo.
Quieren casarse, mudarse de la casa de sus padres, llevar una vida
normal y no pueden, porque no producen, porque no tienen los ingresos
que proporciona un empleo.
Sin duda, la falta de empleos es, junto a los bajos salarios, el desafío
mayor que tiene la República Dominicana para convertirse en un país en
el que den ganas de vivir (o quedarse a vivir).
La iniciativa legislativa de la joven diputada Karen Ricardo (PLD, Santo
Domingo) revela que cuando hay buenos diputados y diputadas, como los
hay, la democracia es una oportunidad de servir a los ciudadanos y
ciudadanas.
“Primer Empleo” permite que las empresas puedan contratar hasta un 20%
de personal joven con atractivos beneficios para sus dueños como
“utilizar como crédito del Impuesto Sobre la Renta durante el año fiscal
en que se produzcan los pagos, el 25% del valor pagado a los o las
jóvenes contratados”; exención del pago del 1% previsto al INFOTEP; no
tener que hacer aportes a la Seguridad Social y exención del pago del
auxilio de cesantía y preaviso a la terminación del contrato de trabajo.
Podría (y debería) mejorarse el proyecto de ley, pero es una buena
manera de empezar a proponer soluciones al gravísimo problema del
desempleo y bajos ingresos familiares.
Esperamos que los senadores den su aprobación y el Presidente de la
República, su promulgación.
Y que los empresarios aprovechen la oferta y ofrezcan la oportunidad a
tantos jóvenes dominicanos deseosos de trabajar.
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