MAS ALLÁ DE LAS PLAYAS Y EL TURISMO INMOBILIARIO
Ramón
Tejeda Read
Miércoles 18 de Junio del
2008
“Aunque reconoce que el turismo ha generado muchos
empleos en la República Dominicana, el secretario ejecutivo de la
Comisión Económica para América Latina (CEPAL) entiende que el país debe
desarrollar otras modalidades de turismo que generen más beneficios a la
comunidad y que aseguren más altos niveles de ocupación”.
Sugirió José Luis Machinea en una de sus conversaciones con la prensa en
su reciente estancia en Santo Domingo que, “además de promover el
turismo masivo, quizás República Dominicana podría fortalecer el
ecoturismo u otro turismo relacionado con ciertos atributos muy
particulares del país…”.
Vienen a cuento esas declaraciones del ejecutivo de la CEPAL a propósito
del informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) que, al referirse al tema del sector turismo, advierte que el
modelo desarrollado hasta ahora no ha servido para superar la pobreza,
marginalidad y exclusión de las provincias en que se ha puesto en
práctica.
Esto es, se trata de un esquema de desarrollo del turismo que existe
absolutamente de espaldas a las comunidades; que no aprovecha, ni parece
interesarle, todas las posibilidades que ofrecen esas localidades, en
particular, y el país, en general, además de que es altamente agresivo
contra los ecosistemas costeros a los cuales finalmente degrada de
manera irreversible.
Esto es, el país ha obtenido y obtiene importantes ingresos de la
actividad turística; pero no menos cierto es que los beneficios pueden
ser aún mayores si, además del “todo incluido”, se ponen en práctica
modelos menos costosos en términos ambientales y mucho más rentables.
Porque aunque ha creado cientos de puestos de trabajo y generado
ingresos importantes para el país, no podemos olvidar el alto precio que
nos cobra ese modelo de desarrollo del turismo en humedales
desaparecidos, kilómetros de arrecifes dañados para siempre, miles de
hectáreas de manglares y bosques borrados de la faz de la tierra, para
sólo mencionar lo más obvio, aunque a nadie parezca importarle.
En fin, que, como han dicho el director ejecutivo de la CEPAL y el PNUD,
hay que diversificar, enriquecer nuestra oferta en esa área y
prepararnos para obtener mejores resultados.
Se debe pensar el territorio dominicano como un todo a desarrollar para
el turismo; un todo que trasciende por tanto las playas y la propiedad
inmobiliaria en torno a ellas tan apetecida por los grandes
inversionistas que esperan obtener enormes beneficios en un abrir y
cerrar de ojos.
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