LOS IMPUESTOS SUBIRÁN
Por: Roberto
Rodríguez-Marchena
Jueves 10 de Septiembre de
2009
Tarde o temprano subirán. ¿Qué tan tarde? El año
que viene. El gobierno dominicano se verá obligado a subir los
impuestos, no por ganas de fastidiar, sino por absoluta necesidad. Si no
lo hace, incumplirá compromisos y generará mayor desconfianza, afectando
más aún las actividades productivas, comerciales y laborales. Tendrá que
subirlos, por responsabilidad.
Una “muy pronunciada desactivación de la economía”
ha provocado una caída de los ingresos gubernamentales, observaron
funcionarios del FMI de visita en el país. “La situación de la economía
dominicana es complicada”, concluyeron. Por esa razón y no otra, están
dispuestos a facilitar 1,225 millones de dólares a República Dominicana,
dijo el secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, declaración
que fue publicada en varios diarios dominicanos. Dinero que habrá que
devolver con intereses.
Pero también están los 1,000 millones de dólares en
bonos soberanos que querrá colocar el gobierno, porque también va a
necesitarlos. Dinero que también habrá que devolver con intereses.
El economista francés Henri Hebrard, amparado en
cifras gubernamentales, estima que, por servicio de la deuda pública, el
gobierno deberá pagar en 2010, 100 mil millones de pesos, probablemente
la tercera parte de los ingresos y/o del presupuesto del año que viene.
El gobierno mexicano acaba de anunciar que va a
subir y crear nuevos impuestos, tal como adelantamos antes de ayer. El
gobierno español, lo anunció hoy. Dos economías “complicadas” también,
para utilizar la expresión fondomonetarista.
Mientras el español garantizó que “no se modificará
la fiscalidad sobre las rentas del trabajo”, el mexicano decidió
penalizar el consumo.
Otra que está muy complicada es la economía de los
EEUU. De acuerdo al New York Times, léase el editorial del 4 de este mes
de septiembre, “la cuestión no es si deben subirse los impuestos, sino
cuándo, cómo y cuánto.”
Al comentario del Times, en el caso dominicano,
sólo agregaría “a quiénes”.
Dicha en toda su longitud: “la cuestión no es si
deben subirse los impuestos sino cuándo, cómo, cuánto y a quiénes”.
Porque hay que tener cuidado: la clase media no
puede ser una vez más el banquito de picar carne de la próxima subida de
impuestos. Y los hay entre los muy ricos, que en medio de esta recesión,
han ganado mucho dinero y bien podrían solidarizarse, aún fuere
transitoriamente, con la sociedad que les ha facilitado prosperar. Esa
si sería -sin duda- una magnífica oportunidad para la responsabilidad
social empresarial.
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