Opinión

 

LA VIOLENCIA  CONTRA LA MUJER EN REPÚBLICA DOMINICANA

Por : Nery Estévez
Psicóloga Clínica

 

Sábado 8 de Marzo de 2008

“La violencia contra las mujeres ha permanecido por largos años sin identificar en la mayoría de los terrenos  discursivos, tales como las universidades, las iglesias,  en las leyes, en las ciencias,  ha resultado difícil incluirlo como tema de debate”.

Este párrafo lo he tomado del estudio LA VIOLENCIA  CONTRA  LAS  MUJERES  EN  LA  REPUBLICA DOMINICANA, de mi excondiscípula de mis tiempos de estudiante de Psicología en el INTEC, la Lic. Dinnys Luciano Ferdinand, la cual, desde entonces ya mostraba el gérmen de la indignación ante las injusticias y  de manera muy especial, ante la inequidad de género.

Buscando entre viejos papeles y sufriendo noticias nuevas, me reencontré con este librito-reporte del mencionado estudio y  quise compartir con ustedes algunas de los hallazgos de Dinnys :

a) “En el país encontramos escasa información sobre el tema, lo cual   limita enormemente el desarrollo de un corpus teórico amplio que permita analizar las dimensiones reales del problema”.  Es histórico el silencio que se le impone a las mujeres víctimas de la violencia doméstica. Muchas veces, es la misma familia la que propicia este silencio criminal que cada día se hace más dramático y cobra más víctimas.

b)“En este documento se intenta recoger la dispera y escasa información existente sobre el tema”. A nadie parece interesarle llevar un registro de los casos de violencia contra las mujeres en nuestro país y,  más especificamente sobre las violaciones sexuales, violencia doméstica,  hostigamiento sexual, prostitución y tráfico de mujeres. Esta es una historia repetida que nos da en la cara con fuerza y que debería hacer enrojecer de vergüenza a los gobiernos, a la justicia,a  la academia, a las iglesias, a TODOS los estamentos de la sociedad, que voltean la cara y aruugan la nariz cuando este tema les roza de casualidad.

c) “La violencia contra las mujeres es uno de los fenómenos sociales más extendidos y paralelamente más silenciados”. El viejo dicho “La ropa sucia de lava en casa”, nunca ha cobrado más vigencia que en este tema. Pero, resulta que con el alarmante número de mujeres muertas, mutiladas, agredidas, maltratadas, no hay jabón, ni “lavadero privado” que contenga tanta mugre. Ya esta situación desborda las cercas de nuestras casas y hace escaso el espacio de los cementerios reservados a mujeres que ocupan tumbas destinadas a sus padres o abuelos, por culpa, muchas veces,  del silencio cómplice de familiares demasiados preocuapdos por el que dirán o autoridades tan ocupadas en hacer proselitismo de su bienestar particular, que han olvidado camino al banco, las funciones por las cuales les pagamos con nuestros impuestos.

Los límites entre lo público y lo privado se van transformando históricamente. El llanto de infantes huérfanos de madre, no permiten ya el silencio. Sus gritos de indefección traspasan las propuestas, seminarios, talleres y la comodidad de  los  confortables  despachos de los y las funcionarios y funcionarias de turno.

La violencia contra la mujer ha permanecido demasiado tiempo sin nombre y sin voz. Ya es tiempo de que un grito desgarrador se eleve de las cruces con nombres de mujeres asesinadas por esposos, novios o amantes,  desde los cementerios. El silencio es criminal. La indiferencia es criminal. La inacción es criminal y….si no me creen….los remito al 95% de  las mujeres entrevistadas por Dinnys, las cuales han sido victimas de algún tipo de violencia en sus hogares.

 ( La autora es Psicóloga Clínica, productora del BLOQUE IDEA EN T.V., Ex – Consultora del Banco Mundial en Salud/Comunicación Estratégica.  E-mail :  [email protected])

 

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