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LA PRIMERA PERSPECTIVA DEL 2008
2 de enero de 2008
La primera perspectiva del día de este nuevo año no
puede ser sino para expresar los mejores deseos para las miles de
personas que nos acompañan a diario y nos animan con sus comentarios y
su recepción.
Debemos esperar que, en el 2008, el crecimiento y el progreso que a
golpe de trabajo y persistencia vamos logrando tanto en lo individual,
como a nivel comunitario, no sean amenazados por los elementos de crisis
que pueden otearse en el horizonte.
Nos referimos al aumento del precio del petróleo en el mercado
internacional debido al desplome del dólar estadounidense; nos referimos
también a los efectos de la crisis inmoviliaria que ha llevado a la
quiebra a buena cantidad de empresas en Estados Unidos y cuyos efectos
podrían dañar nuestro futuro.
Es de esperar que todos los Estados del mundo, y principalmente las
grandes potencias, asuman la responsabilidad de no continuar el
deterioro del medio ambiente que, con su secuela de calentamiento
global, amenaza gravemente a nuestro Planeta.
En lo nacional, y habida cuenta de aquel panorama internacional de
incertidumbre, debemos esperar una campaña electoral frugal en el gasto
y abundante en propuestas de nuevas políticas para superar los grandes
retos que tiene por delante nuestro país.
Siendo realistas, es lo menos que podemos esperar de un 2008 transido de
retos e interrogantes.
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