LA HIJA DEL PRESIDENTE
Por:
Fernando Peña
Lunes 09 de Junio del
2008
Esta circulando una información
en algunos medios nacionales que toca de manera personal y familiar al
Presidente Leonel Fernández. Es lo que tiene que ver con su hija, Nicole
Fernández Domínguez.
Esa información afirma que la
joven construye una lujosa mansión en el municipio de Jarabacoa, en
terreno próximo a unos supuestamente, propiedad de la familia de su
madre.
El diario que desde Santiago
publicó la información dice confirmar la versión de la construcción de
la mansión de la hija del Presidente.
Se cuestiona que “a su corta
edad y a pesar de que no se le conoce una función pública ni un
trabajo, del que pueda tener una renumeración jugosa, que le permita
amasar fortuna”.
Esta es una información
delicada, una denuncia con acusaciones personales que alcanzan al
entorno intimo y familiar del Presiente.
Se dice que cuando un Presidente
o un Gobierno tienen el respaldo que tiene Leonel Fernández, surge
denuncia como esta hay gravedad en difundirla y así se está vendiendo la
idea de que somos el "paraíso de los corruptos".
Hay que tener cuenta con
acusaciones sin fundamento, porque en ellas también se anida el peligro
de que, ella, la denuncia, constituya un acto de corrupción.
No quiero afirmar de que sea el
caso, pero hay que tener cuidado cuando se afirma una denuncia de esta
magnitud, que afecta el entorno intimo y familiar del Presidente.
Todo acto corrupto y poco ético
debe ser denunciado, toda sospecha sobre enriquecimiento ilícito debe
ser monitoreada para que se aclare o sea llevado a la justicia.
Quien nada hace, nada teme.
Una medida positiva seria que
la joven aclare la situación, y demuestre lo contrario de lo que se
afirma. O que su padre, el Presidente Leonel Fernández lo haga.
Decía el ex presiente de EEUU y
Premio Nobel Jimmy Carter que “Las democracias no pueden seguir
tolerando el soborno, el fraude ni la deshonestidad”.
Recordemos que “corrupción es la
práctica o fenómeno que supone el uso o abuso de poder para generar
indebidamente riqueza o beneficios privados en detrimento del interés
público”.
Más cuando la corrupción no es
exclusiva de ningún país en particular, ataca desde África, Europa,
Norteamérica, América Latina y todo el mundo.
Claro, hay ausencia de un
compromiso firme para atacarla, no hay voluntad política para
controlarla.
Apropósito “¿Qué haría usted si,
en un estacionamiento, encontrara un sobre dentro del cual hay 2 mil
dólares? ¿Se lo lleva, lo devuelve o no sabe que hacer?
El Banco Mundial ha hecho esa
pregunta a miles de personas (incluyendo a autoridades políticas y
empresarios) en países de diversos continentes, como parte de su
permanente trabajo en el estudio de la gobernabilidad y la
transparencia. ¿El resultado? El 50 % no sabe qué hacer, el 33% dice
devolver el dinero y el 17% se lo lleva”.
Daniel Kaufmann, chileno,
Doctorado en Economía en Harvard , cuenta que “ al incorporar a la
pregunta antes mencionada el hecho de que hay una cámara grabando todo
lo que sucede en el estacionamiento, las respuestas de los encuestados
cambian radicalmente: el 74% devuelve el dinero. Y pasa así en todos los
países”.
Significa que necesitamos
transparencia, monitoreo, denuncia como pilar fundamental para nuestro
desarrollo político, económico y social.
La opción de “devuelvo el
dinero”, no fue por honestidad intrínseca de cada persona, sino el
control de los actos que, así, constituye un vehiculo para transparentar
y, a la vez, un estimulo para actuar correctamente.”
Y usted, “¿decidió que hará con
el sobre con 2 mil dólares?”
El Autor es Periodista.
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