LA FIEBRE NO ESTÁ EN LA BASURA
Por: Ramón Tejeda Read
Miércoles 19 de Noviembre de 2008
Muy bien. Ya tenemos súper tucanos para combatir el
narcotráfico. Casi cien millones de euros nos han costado. Algo así como
cinco mil millones de pesos, en números redondos y a la tasa actual de
la moneda europea.
En esa cantidad ha sido incrementada la deuda del
país y no crea usted que eso se detiene ahí. Ahora vienen las decenas de
millones que nos costará el mantenimiento de los aparatos. Y “échele
hilo al bollo”.
El asunto es que pronto dirán que necesitamos más
lanchas, más helicópteros y radares y más y más equipos para “luchar
contra el narcotráfico y el terrorismo”, como antes se “necesitaban”
para luchar “contra el comunismo”.
Sin embargo, una lógica elemental —sentido común
pedestre y vulgar— nos dice que nada de eso sirve para nada, al fin y al
cabo.
Las potencias del mundo —Estados Unidos a la
cabeza— tienen todo el equipo imaginable y la más sofisticada tecnología
anti-todo y no han logrado siquiera disminuir un mercado que –como el de
la droga— cada día va en aumento y en sus propias narices.
¿Lo vamos a conseguir nosotros con ocho avioncitos
por súper tucanos que sean? Que se nos dé otro caramelo, porque ya ése
está rancio.
Porque bien dice el pueblo que la fiebre no está en
la sábana. El de la droga es un problema mucho más gordo y va mucho más
allá de las “mulas” y de los traficantes de poca o mucha monta que son
muertos o apresados todos los días en cualquier lugar.
El de la droga es un problema estructural; está
—como muchos otros problemas sociales— en la médula misma del sistema
social en que nos desenvolvemos y mientras no ocurran cambios
fundamentales ahí, no habrá cambio tampoco en las causas que motivan el
tráfico y consumo de drogas.
De ahí que será siempre una lástima que países tan
pobres y tan pequeños como el nuestro tengan que endeudarse en miles de
millones de pesos a ser destinados en una causa a todas luces perdida, y
no a construir y reparar cientos de escuelas y hospitales.
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