Opinión

 

LA DIMENSION GIGANTE DE LOS ESFUERZOS PEQUEÑOS

 
Ramón Tejeda Read
Juev
es 28 de Agosto del 2008

Era un verdadero acontecimiento. Entre ochenta y cien mujeres. Madres solteras, emprendedoras, deseosas de progresar; de levantar sus familias; sus hijos en la escuela y al tanto con lo de las vacunas; informadas sobre los temas comunitarios y abiertas a nuevas experiencias educativas.

En fin, era todo un espectáculo verlas llegar cada tarde, una vez a la semana, pagar la cuota de su breve préstamo (apenas tres mil pesos con los que emprendían una venta de comida o de ropa; una pequeña fonda, un san, un pequeño colmadito o surtir el que se tenía y agregue usted toda la creatividad del mundo).

Pero lo más imprensionante (además de la honradez y la constancia y el interés y el deseo de aprender y la devoción de las involucradas y la persistencia de las que esperaban su turno para el modesto préstamo), repito, lo más impresionante para quien esto escribe era ver aquellas ochenta a cien mujeres colmar el centro comunal cada jueves con su entusiasmo.

Para verse; para conversar; para oír cosas útiles y contar sus propias experiencias que, a su vez, eran aprovechadas por las demás.

Y eso no tiene precio, sino un valor incalculable y evidente.

Es promover cohesión social; pertenencia a la comunidad; trabajo colectivo desde la iniciativa individual; compromiso social; crecer en la solidaridad; aprender sobre las instituciones; multiplicar el efecto de las buenas iniciativas estatales y municipales (salud, educación, limpieza, asistencia); hacer crecer los afectos…

Y todo eso se sentía en el entusiasmo, en la alegría de cada semana, cada jueves, en pequeñas comunidades abandonadas al polvo de los caminos e  inexistentes para las mega iniciativas oficiales y casi siempre hasta para las municipales.

Me tocó seguir de cerca a Pizarrete, en Peravia, y no en vano algunos vecinos y vecinas reaccionaban ante lo que veían: “Esto ha provocado una revolución aquí”, dijo alguien una vez.

Lo sabemos quienes vivimos aquella experiencia de Red Vida Cotidiana, y, sobre todo, aquellas madres solteras y aquellas pequeñas comunidades olvidadas al polvo de los caminos.

¡Qué lástima que los gobiernos no entiendan la dimensión gigantesca de los esfuerzos pequeños cuando son oportunos, persistentes e integrales!

Publicado con autorización expresa de los autores. www.perspectivaciudadana.com
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