INTERESARSE NO ES QUERER, TODAVÍA
Por: Roberto
Rodríguez-Marchena
Martes 31 de Marzo de 2009
Interesarse en los otros todavía no es querer, pero
podría llegar a serlo. Sin duda hay la intención –ilusiona pensarlo- de
crear la oportunidad. El presidente de la República inició ayer lo que
él mismo ha llamado Diálogos populares con lo excluidos, ahora lanzados
a las calles, movidos por la indiferencia de las políticas públicas.
Aproximarse, acercarse, para así –aspira, presumo yo- desmontar el
hastío provocado por la distancia.
Sabía decisión. Oportuna rectificación.
Hace dos semanas, advertí, luego que fuera pública
la decisión oficial de politizar y criminalizar el descontento
ciudadano, del gravísimo error que cometía el gobierno dominicano, en
abierto desafío a las evidencias periodísticas, de organismos de
inteligencia y encuestas. Aconsejé que lo prudente era dejar de otorgar
graciosamente una interlocución inútil al PRD que no se había ganado,
evitar elevar a categoría política el conflicto social y sentarse
sinceramente a acordar un plan de satisfacción posible con los
verdaderos interlocutores, las organizaciones comunitarias.
El gobierno dominicano aún conserva –y no debería
perder- la iniciativa política a pesar del desafecto creado por sus
políticas públicas, como lo demuestran los tres proyectos de ley
presentados la semana pasada por la secretaría de Hacienda y los
beneficios adicionados por Senasa –la ARS pública- a los afiliados al
régimen contributivo.
“El primer proyecto plantea que todos los gastos
relativos a la educación se puedan deducir de impuestos sobre la renta,
en caso de que los hijos no estén trabajando. El segundo pretende bajar
de un 5 por ciento a un 0.5 el anticipo a las empresas y el tercero
buscaría que los préstamos hipotecarios puedan ser renegociados con
otros bancos sin que se hagan cobros adicionales.”
Senasa aumentó a un millón de pesos la cobertura de
atención por enfermedades catastróficas o de alto costo; eliminó del
pago diferencial por estudios de diagnóstico (Rayos X, ecocardiografía,
sonografía y biopsia); asume en lo adelante la totalidad del costo de
las prestaciones odontológicas y cubrirá 312 medicamentos más. Con la
medida, las familias dominicanas se ahorrarán 100 millones de pesos al
año.
La actividad económica va en franco deterioro, con
todos los sectores económicos en recesión, salvo bancos y
comunicaciones, creciente desempleo e informalidad, altas tasas de
interés, menores ingresos fiscales, menor inversión extranjera directa y
sequía crediticia internacional. Una situación difícil y compleja que
muchos estiman que irá a peor.
En medio de esta situación tenemos al gobierno
embarcado en buscar la aprobación de una nueva Constitución, propósito
siempre generador de turbulencias políticas aún en tiempos de
normalidad económica.
Los Diálogos Populares han comenzado en San Pedro
de Macorís aparentemente con buen pie; concretamente, el Ejecutivo
anunció compromisos. Sin embargo, esta acción comunicacional del Poder
Ejecutivo crea una nueva y enorme expectativa en la gente: ¿cumplirá
esta vez? Ahora dispone de menos dinero y también de menos tiempo, es
decir, hay mayor impaciencia.
¿Podrá el Presidente de la República, está en su
ánimo, le permitirán sus quehaceres cotidianos, embarcarse a dialogar y
comprometerse directamente con cada uno de los municipios y comunidades
descontentas? ¿Cumplirán sus funcionarios con agilidad y diligencia la
orden presidencial? ¿Tienen los recursos, los equipos, pero sobre todo
la sensibilidad política para apreciar el delicado momento que vive la
República Dominicana?
Tengo mis dudas, pero la decisión presidencial es
la correcta.
Para ganar tiempo podría el Presidente de la
República, a partir de los registros que hay en la Presidencia de los
compromisos acordados en los Consejos Provinciales y Municipales de los
años 2005 y 2006, adelantar algunas decisiones.
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