HOMO HOMINI LUPUS
Por:Violeta Yangüela
Dos acontecimientos recientes
provocaron un avispero en los políticos, en la justicia, en los
gobiernos y en los medios de comunicación globales. El primero fue en
Francia con la reincidencia de violación a un menor por un ex convicto
violador y la reacción del presidente francés Nicolás Sarkozy con sus
propuestas de reforma a la ley. El otro es el reciente caso de la niña
de Huelva, España, violada y asesinada por el presunto acusado condenado
en una ocasión anterior por violación sin cumplir ni un sólo día de la
sentencia previa. El caso ha recordado la frase de un político de
Andalucía en tiempos de Felipe González que en una ocasión dijera que
“la justicia en España es un cachondeo”
El tema de la violación a
menores se convierte en un tema global y la Suprema Corte de los Estados
Unidos se prepara para éste 16 de abril a revisar la sentencia de pena
de muerte impuesta por el estado de Louisiana a Patrick Kennedy por la
violación en 2003 de su hijastra de ocho años.
En l995 el Estado de Louisiana
fue el primer estado en reformar la ley sobre la pena de muerte para
ser aplicada en el caso de violación a niños menores de 12 años. Los
otros estados que han seguido la misma reforma son Georgia, Oklahoma,
Carolina del Sur y Texas. Con la excepción de Louisiana en los demás
estados la nueva ley se aplica en los casos en que los violadores
vuelvan a reincidir.
Patrick Kennedy apeló la
sentencia a la Corte Suprema del Louisiana con el argumento de que la
aplicación de la pena de muerte por violación es inconstitucional. La
Corte rechazó su apelación argumentando que “la violación de un niño
menor de 12 años es como ningún otro crimen”. Desde 1964 no se ha
aplicado la pena de muerte por un crimen en el que no exista la pérdida
de la vida.
Los argumentos de la apelación
se fundamentan en la Enmienda VIII de la Constitución de la Estados
Unidos que establece que “no se infligirán castigos inusuales y crueles”
y agregan la jurisprudencia del caso de 1977 en el que la Suprema
prohibió la pena de muerte con relación a la violación en Georgia de
una joven casada de 16 años.
En esa oportunidad el Juez de la
Suprema Corte, Byron R. White, escribió que “tenemos la convicción que
la pena de muerte, que es única en su severidad e irrevocable es una
pena excesiva para el violador porque no hay pérdida de vida”
Por el lado de la defensa de
Louisiana los abogados establecen que esa sentencia de 1977 no se
refería a la violación de niños menores de 12 años sino de una mujer
adulta y que la legislatura de Louisiana reconoce “la degradación y la
devastación de un niño violado”.
Sea con pena de muerte, o con
cadena perpetua, o con penas suaves al estilo europeo o con el
“cachondeo” de la justicia española que expresara el político de
Andalucía, lo que queda claro es el adagio latino “Homo homini lupus”.
El hombre es un lobo para el hombre.
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