HAY MUCHO MÁS
Por: Ramón Tejeda Read
Jueves 12 de Marzo de 2009
La incertidumbre cunde a nivel mundial y eso es muy
mala noticia para países con economías pequeñas y altamente dependientes
como el nuestro.
Si, como ha dicho el secretario de Hacienda, la
suerte nuestra depende de lo que ocurra con la economía mundial, en
malas manos está el pandero.
Porque no hay que ser un genio para ver que las
cosas ya van pasando de castaño a oscuro, y que por más millones que
hayan invertido Estados Unidos y Europa la economía allí y en el mundo
no mejora, sino todo lo contrario.
Ministros de Economía y analistas de la crisis
presente coinciden en que estamos frente a un fenómeno de magnitudes
catastróficas, que el 2009 será un año muy duro y que –QUIZAS- en 2010,
estiman los muy optimistas, comience a verse la luz al final del túnel.
Pero todo eso es oficio de adivinación; frases
edulcoradas para evitar pánico o desazón; tentempiés, a ver qué pasa,
porque la realidad es que nadie se atreve a hacer pronósticos serios
sobre el curso de la crisis actual, su duración y repercusiones
sociales.
Algunos de los más lúcidos analistas de estos
fenómenos recurrentes del capitalismo recuerdan que algunas de las
crisis anteriores -ninguna de la magnitud de la presente- han durado
décadas, y uno de ellos recientemente se preguntaba: “¿Por qué tiene la
presente crisis que ser más breve que sus predecesoras?”.
Puestos en semejante aprieto por el desastre
financiero mundial, bien han hecho el Banco Central y el Banco de
Reservas en salir al ruedo con las últimas decisiones tomadas para
dinamizar nuestra economía y ya comentadas aquí en Perspectivas del Día
anteriores.
Pero, sin dudas, parece que esas medidas tienen que
ser complementadas con otras a ser tomadas por el gobierno central y que
vayan dirigidas a los sectores más vulnerables de la población; a los
micro y medianos emprendedores que mueven buena parte de la economía
desde abajo, y hacia las organizaciones de la sociedad civil
involucradas en el trabajo comunitario a diferentes niveles: clubes,
ONG, juntas de vecinos, cooperativas… y, en fin, hacia todo ese tejido
social organizado, con experiencia en el manejo de recursos para
enfrentar situaciones extremas y dotado de la necesaria capacidad y
vocación de servicio que, dicho sea de paso, es una gran riqueza de la
sociedad dominicana.
Un botón de muestra de lo que podría hacerse nos lo
ofrece el paquete de estímulo económico y social lanzado por el
gobierno de Argentina, el cual se propone un “incremento de las
inversiones en materia social, la financiación de más de mil
cooperativas, programas para niños y la tercera edad, subsidios a clubes
de barrio…” e implica “un incremento del presupuesto del Ministerio de
Desarrollo Social en 2000 millones de pesos (alrededor de 500 millones
de dólares) con respecto a 2008”.
La información a que aludo apareció el 13 de
febrero del presente en el diario Página 12 firmada por Martín Piqué y
fue recogida aquí, en Perspectiva Ciudadana, por más señas, y destaca
que la “principal novedad de los anuncios es el nuevo programa destinado
a financiar cooperativas de desocupados que se dedicarán a la obra
pública de pequeña dimensión en los municipios. Ese programa también
subsidiará con microcréditos a grupos de emprendedores y pequeños
productores rurales que producen a escala de la economía familiar. Se
destinarán unos 750 millones de pesos para solventar esas iniciativas,
que permitirán crear 20 mil nuevos empleos…”.
“El paquete de medidas sociales se completará con
planes para la niñez y la tercera edad por 80 millones de pesos y
programas para apoyar a los clubes de barrio por 50 millones. Estas
medidas no son asistencialistas, sino promocionales y de inclusión
social”, aseguró la Presidenta argentina”.
He ahí un botón de muestra de lo que puede hacerse
para complementar y potenciar las iniciativas gubernamentales anti-crisis.
Se trata de medidas que promueven la cohesión social, el desarrollo
institucional y la solidaridad a todos los niveles. Porque es mucho más
lo que hay que seguir haciendo si realmente se quiere evitar males
mayores al país.
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