ESTE PARO ES UNA INSENSATEZ
Convocada en medio de un proceso de elecciones
presidenciales, no hay manera de que la huelga que han convocado para
hoy algunas organizaciones no sea una huelga política.
Lo es, de medio a medio, como dice la gente. Y, en tal virtud, no hay
modo de que quienes la convocan no se constituyan en instrumento de la
oposición al gobierno.
Los organizadores de semejante protesta caen así en la misma insensatez
que en su momento criticamos a los dirigentes del Colegio Médico
Dominicano.
Y así, mientras aquéllos alteraban la vida de los sectores más pobres
posponiendo las citas médicas y los tratamientos, entre otras cosas,
éstos desordenan la vida del país sirviendo intereses particulares.
Sirven los intereses de los dueños de vehículos del transporte
—particularmente los denominados sindicatos que no son mas que empresas
privadas, aunque sus dueños se pinten de proletarios— y en los actuales
momentos ese sector está apoyando al candidato opositor, de ahí su
interés de hacer mella en el candidato oficial.
De no haberse llevado a cabo en nuestro país, desde los años 60, una
privatización tan caótica, corrupta y particular del sistema de
transporte urbano e inter-urbano, esos convocantes a huelga no tuvieran
fuerzas para convocar siquiera a un cumpleaños.
Pero he aquí que, incapaces de dar cuerpo a sus ideas políticas en un
partido seriamente construido, usan arbitrariamente el medio que les ha
concedido el Estado para imponer sus designios, provocar el caos y
desorganizar la vida de los ciudadanos y ciudadanas más pobres quienes,
aunque quieran, no podrán asistir a su trabajo, al hospital, a la
escuela o abrir su pequeño negocio por temor a la provocación y a la
intimidación.
En las actuales circunstancias, este paro es una insensatez y una
provocación y, por tanto, no hay nada bueno que pueda esperarse de él.
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