EN
DEFENSA DE LA LEY DE EDUCACIÓN
(1-6)
Viernes 28 de Agosto de 2009
Abrir este mes de septiembre con una nueva Ley de
Educación, es el resultado del incansable caminar del pensamiento
pedagógico emancipador latinoamericano y universal. Con el rescate de
los valores históricos, de las figuras y voces de los pueblos
originarios y la valentía y genialidad de nuestros libertadores esta
vuelta a clases puede ser a nuevas escuelas, a mejores destinos.
Nuestro caminar la educación pública, integral y
soberana tiene siglos en marcha. Sus antecedentes si bien son cientos de
brillantes escritos, como el decreto de Antonio Guzmán Blanco sobre
Educación Gratuita y la obra de Luis Beltrán Prieto. Sin embargo, la
escuela de todos y todas, gratuita y obligatoria, integral y de calidad,
humanista y latinoamericanista sufrió siglos de ataques de las clases
dominantes, de discursos colonialistas y de economía de mercado.
Así, las grandes escuelas quedaron confinadas a ser
algunas y muchas de ellas quedaron en el recuerdo incierto de quienes la
conocieron y nuestra generación sufrió la educación privada como única
alternativa, excluyente por naturaleza, humillante por necesidad. Llena
de sus referencias a la competencia y al sometimiento, a la resignación
como sistema y al saber como mercancía.
Por ello que el reconocimiento de la laicidad, de
la igualdad de género, de la diversidad deben cerrar el nefasto ciclo
donde en los programas de instrucción pública se diseñaban para
condenar. Refiriéndose como denunciaba Mariátegui, a nuestros indígenas
no como ciudadanos, ni como el pueblo heroico que resistió y resiste,
sino como seres inferiores rezagados en el tiempo.
En este momento, el camino hacia el nuevo hombre
venezolano, la construcción del socialismo del siglo XXI plantea hacer
de la escuela un espacio democrático para la creación y fortalecimiento
de nuevos ciudadanos. Desprovisto de los males de las dificultades
económicas e incluso intelectuales que reservan sólo para un grupo de
aptos el fundamental derecho a la educación.
No ha de sorprender que a algunos les disguste la
posibilidad del acceso al saber que pone en juego su exclusividad en el
acceso a bienes y derechos, que podría poner fin a una distribución
social del trabajo y definitivamente dirigir la historia hacia un camino
de libertad, por ello, en estas horas, es importante apropiarse del
saber que ellos pretenden esconder, vestidos tras la impunidad que les
ha regalado la historia.
José Martí, el insigne maestro cubano y líder de la
Revolución de su pueblo dijo “un pueblo instruido será siempre un pueblo
fuerte y libre. (…) El mejor camino para defender nuestros derechos, es
conocerlos bien; así se tiene fe y fuerza: toda nación será infeliz en
tanto que no eduque a todos sus hijos. Un pueblo de hombres educados
será siempre un pueblo de hombres libres.”
Fuente:
www.rebelion.org
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