Opinión

 

DE UNA SOCIEDAD FALLIDA A UNA POTENCIAL SOCIEDAD DEL BIENESTAR

Milton Olivo* 
27 de noviembre de 2007

Pongámonos de acuerdo: el objeto de toda sociedad es alcanzar el bien común. Que es conquistar la sastifacion de las necesidades de sus miembros. Y la cantidad de marginados existente en nuestros barrios y zonas rurales es proporcional reflejo de nuestro fracaso como sociedad. Para la necesaria e imprescindible unidad de criterio en el viaje intelectual que iniciamos‚ es vital que estemos de acuerdo en que el fin inicial y ultimo de toda política son las personas y la satisfacción de sus necesidades, y a través del bienestar de los individuos hacer realidad el bien común.

Todo sistema establecido a través del tiempo‚ usted y yo sabemos, ha aspirado a perpetuarse‚ sin lograrlo. Hemos visto que el cambio permanente ha sido lo único perpetuo. La esclavitud‚ el feudalismo‚ el sistema colonial‚ la realeza‚ la propiedad privada‚ el comunismo‚ etc. Y el capitalismo no es‚ ni puede ser la excepción.

En la Republica Dominicana hemos pasado de una sociedad taína (4.000/5.000 A.C.-1492) ‚ con un sistema basado en la agricultura y la propiedad colectiva‚ hasta la llegada de Cristóbal Colon en 1492. A partir de ahí‚ pasamos a una sociedad feudal y semi-esclavista‚ con el modelo de la Encomienda (en el que las autoridades les encomendaban a los colonos españoles un número de nativos, con la excusa de que era para educarlos, pero en realidad era para que trabajaran gratis para ellos). Hasta el triunfo de la Revuelta del Baoruco en 1533, que eliminó el sistema de la Encomienda. Se fortalece el establecimiento de una sociedad netamente esclavista a partir de 1520‚ con la importación de personas de África para ser esclavizadas‚ hasta 1822‚ cuando la ocupación haitiana libera la isla de la esclavitud.

En 1844, cuando son expulsados los haitianos de esta parte de la isla‚ comienza la república. A partir de ahí no se registra cambio significativo en el régimen de propiedad hasta la invasión de EEUU en 1916‚ cuando los propietarios de la zona este fueron desalojados de sus propiedades por los invasores norteamericanos‚ dando inicio a los latifundios cañeros existentes hasta la fecha. Posteriormente, el dictador Trujillo realiza apropiaciones masivas de terrenos para sus proyectos agropecuarios y agroindustriales.

Es interesante hacer notar que el modelo económico establecido en esta zona (este)‚ ha convertido la región del este en la mas desarrollada del país. Un modelo basado en la agroindustria‚ el turismo y el régimen de zona franca. En los gobiernos del Dr. Balaguer se realizó una redistribución de la tierra vía las leyes de Reforma Agraria que transformaron la vida de miles de familias, pasando de ser humildes labriegos a convertirse en propietarios.

Hoy, en el año 2006‚ estamos con serios problemas de inseguridad‚ resultantes de los alarmantes niveles de miseria y exclusión. Reflejo de lo planteado por el vizconde Alban de Villeneuve Bargemont‚ consejero de Estado y prefecto de Napoleón cuando dijo: "Las masas proletarias‚ privadas del alimento moral y del bienestar físico‚ piden a su vez ser admitidas de grado o por fuerza en el reparto de los bienes de este mundo"."Hay que optar entre la irrupción violenta de las clases proletarias y sufrientes sobre los detentadores de la propiedad y de la industria o la aplicación practica y general de los principios de justicia‚ de moral‚ de humanidad y de caridad".

La raza humana, en sus 8.000-10.000 años de historia documentada‚ ha generado tres esquemas básicos de producción de riqueza: Revolución Agrícola (8.000 AC- 1.650 DC)‚ Revolución Industrial (1650-1955) y la actual que ha sido denominada "Revolución del Conocimiento" (1955 - ...). Para otros, su inicio estelar es a partir del año 1985‚ con la aparición de Microsoft‚ lo que algunos denominan “el año 1 de Bill Gates (1BG)”. En esta etapa, los principales sectores generadores de riqueza no son las industrias‚ sino los servicios: informáticos‚ financieros‚ turísticos‚ profesionales‚ etc.

El gran desafío para la Republica Dominicana hoy‚ ante estos antecedentes, es cómo generar la suficiente riqueza para suplir las necesidades de sus habitantes. Y esto sólo se logrará en la medida en que seamos capaces de incrementar nuevo sectores de producción. Y para eso‚ más allá de ideologías‚ interpretaciones y deseos‚ la riqueza tiene que generarse fundamentalmente a partir de lo que se tiene. Y qué es lo que tenemos: tierra‚ gentes‚ ideas y moderada disponibilidad de capital. En base a eso tenemos que impulsar un modelo productivo nacional que motive a nuestra gente‚ generando una masiva repatriación de capitales depositados en el exterior‚ el desarrollo de un modelo agro-exportador‚ impulso a nuestro sector de manufactura e industrial y fortalecimiento de los sectores productivos existentes.

Imaginemos por un momento que el poder político decide en los próximos cinco años eliminar nuestra factura petrolera. Relanzando nuestras áreas cañeras‚ ahora‚ para la producción de alcohol-carburantes‚ para uso en nuestros vehículos. Eliminar la dependencia del Gas Licuado de Petróleo (GLP) sustituyéndolo por una fórmula local basada en el alcohol de caña o "Cañasiña". Mientras‚ trocar los derivados de petróleo por Gas Natural Comprimido (GNC)‚ que es mucho más barato que el GLP. Estaríamos hablando de miles y miles de empleos y desarrollos de miles de empresas conexas. Y de reciclar en nuestra economía mas de 90.000 millones de pesos (2.300 millones de euros) que hoy pagamos por la factura petrolera, de los cuales por las facilidades de Petrocaribe un porcentaje significativo se convierte en deuda externa.

Imaginemos al Estado impulsando la creación en cada región del país de instalaciones industriales‚ para industrializar productos agrícolas con potencial exportador. Producción de cereales‚ enlatados de frutas‚ fabricación y envase de dulces‚ etc.‚ para venta en los mercados norteamericanos‚ europeos y del Caricom. Aprovechando los Tratados de Libre Comercio (TLC) existentes. Creando millares de empleos y generando prosperidad en todas las regiones del país. La creación de una flota mercante nacional para abaratar los fletes y hacer nuestros productos más competitivos. Con los tremendos flujos de riqueza que esto generaría‚ tendríamos los recursos necesarios para erradicar el analfabetismo e impulsar el desarrollo tecnológico para insertarnos con éxito en los esquemas de la Sociedad del Conocimiento y absorber a los egresados de nuestras escuelas técnicas y universidades.

Los que tengan propuestas alternativas para impulsar el desarrollo nacional‚ ¡que las hagan públicas! Tenemos que consensuar un proyecto de nación, para despertar el sentido de misión latente en el corazón de cada ciudadano. Así, incrementar el bienestar por todos añorado y rescatar la seguridad ciudadana. Recordemos que la delegación de autoridad hecha por el pueblo -al actual Gobierno- ha sido conferida para cumplir una misión. De manera que nuestro compromiso no termina con el voto. Y que el éxito del gobierno es una responsabilidad de todos‚ cuyos beneficios también son para todos.

* El autor es escritor y político dominicano.

 
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