DECIR TONTERÍAS
Por: Roberto Rodriguez
Marchena
Lunes 19 de Enero de 2009
Una vez fueron las chichiguas, para explicar
apagones; mate un mosquito para evitar el dengue, vino después; ahora,
hay una ola de frío en Nueva York, dice una revista, para aumentar los
combustibles.
La nota del sábado de Diario Libre, titulada
“Sorprende a consumidores aumento de combustible” trajo lo que sigue:
“Santo Domingo.- En una semana en la que el precio
del petróleo bajó a US$35.40 (un 10%), por primera vez en más de un año,
los consumidores fueron sorprendidos ayer por Industria y Comercio, que
dispuso alzas RD$7.30 a las gasolinas premium y regular, RD$2.10 al
gasoil regular y RD$0.10 al premium, y RD$5.87 al Gas Licuado de
Petróleo (GLP), RD$3.18 al avtur y RD$1.30 al kerosene. Los precios
llevaban dos semanas congelados.
“Para justificar el alza y su lema de que “si sube,
sube y si baja, baja”, Industria y Comercio alega que los destilados
sufrieron alzas en los tres primeros días de esta semana, según la
revista Internacional Platts US Marketscan.
“Explica que independientemente de que el petróleo
estuvo en baja esta semana, el mercado de los combustibles procesados se
movió hacia arriba debido al incremento de la demanda por la ola de frío
que afecta a los Estados Unidos.”
La ley 112-00 o ley de Hidrocarburos de República
Dominicana no habla de “destilados”
¿Qué dice la ley? Copio el artículo 8: “La
Secretaría de Estado de Industria y Comercio establecerá, mediante
resoluciones que dictará al efecto semanalmente, los precios de venta al
publico que regirán para los combustibles referidos en la tabla 1 del
articulo 1 de esta ley. Estos precios habrán de reflejar, con
actualizaciones semanales, los precios de los combustibles en el mercado
internacional, y la tasa de cambio suministrada por el Banco Central de
la República Dominicana. Dichas resoluciones serán publicadas
semanalmente en diarios de circulación nacional y deberán desglosar los
elementos que componen el precio de venta al publico de cada
combustible, incluyendo el impuesto al consumo.”
Decir tonterías para explicar lo inexplicable y
justificar lo injustificable ha sido práctica común en todas las épocas
y gobiernos cuando andan descaminados y aplican políticas públicas
equivocadas o caprichosas. Gobernar y buen juicio no siempre han ido de
la mano. Lo que debe cuidarse es la frecuencia; si es alta podría
indicar propensión o adicción, como sucedió con los gobiernos Aznar,
Bush, Blair e Hipólito Mejía, y la gente terminó perdiéndoles el
respeto.
El inconveniente de decir tonterías es que quien
las dice corre el riesgo de que se llegue a pensar que es un tonto y que
molesta a quienes van dirigidas, que entienden que les toma por tontos.
Decir tonterías es, pues, una manera
contraproducente y nada eficaz de salir del apuro o del sinsentido.
Para evitar decir tonterías, lo mejor es que la
Refinería Dominicana de Petróleo publique, para que todos y todas
sepamos, en cada ocasión, el precio real al que compra los combustibles,
que es lo que cuenta, no los precios de referencia Texas, Brent, Opep o
de una revista.
Si uno de los propósitos –el fundamental- de la
Cumbre es bajar la conflictividad social y política para sortear el mal
momento que vivimos y lograr la aprobación de una nueva Constitución,
¿cómo se le ocurre a un funcionario del Gobierno salir con esto?
De verdad que hay torpezas inexplicables.
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