Estamos pues, cada día y reunión que pasa, me asegura un optimista, más próximos a saber cuáles serán esas medidas. En lo que deciden, ya la secretaria de Educación autorizó a los colegios privados aumentar un 12% en la tarifa. “No más”, ha dicho. Veremos.
Mientras tanto, la crecida de precios sigue subiendo. Cada día algo nuevo sube de precio. Hoy fueron los repuestos de vehiculos. Pero, la comida y las medicinas no paran de subir.
Cuando los funcionarios se decidan a saber qué van a hacer, el alza de precios habrá hecho estragos en el diario vivir de las familias y negocios y para los próximos años.
Cierto que hay actuar rápido porque la situación no mejora, sino al contrario, empeora cada día más.
Sin embargo, a mí lo que me más preocupa –días más, días menos, digo yo- es la naturaleza o el signo de las medidas.
Me angustia saber: ¿Cuál será el resultado o efecto de las medidas? ¿Quiénes ganarán y quiénes perderán con las medidas? ¿Retrocederán familias y negocios a los tiempos de Hipólito (2003 y 2004) y por lo tanto habrán perdido todo cuanto ganaron en este gobierno? ¿Serán equilibradas y razonables? ¿Aseguran los funcionarios que no se les irá la mano, pensando únicamente en las finanzas públicas y no en las finanzas de negocios y familias dominicanas? ¿Perjudicarán a la clase media y asalariados? ¿Protegerán y respetarán el derecho de la clase media y asalariados al bienestar?
Se ha estado diciendo que hay exceso de circulante, también que estamos importando más de lo debido, que hay que ser austeros, que no se deben subir los salarios, ni generalizar los subsidios. Pero también que las tasas de interés hay que dejarlas subir para evitar más inflación, cosa que entiende muy bien el banquero, no así el empresario agrícola, pecuario, de muebles, de medicinas, de pan, que si produce con dinero prestado más caro, sabe que el alza del costo del dinero se traducirá en mayor costo y mayor precio del bien o servicio.
Yo sólo digo: funcionarios,
¡tengan cuidado con lo que van a
hacer! Son seres humanos y no
cifras con los que están
bregando.