¿CUÁL VIDA?
Por: Ramón Tejeda Read
Miércoles 22 de Abril de
2009
En los semáforos de la Capital, en los cruces de
carreteras y caminos, en los barrios empobrecidos y excluidos vemos a
niños y niñas pidiendo “algo para comer”.
Los más avispados se lanzan en tropel en las
esquinas a hacer de limpiavidrios o a vender chucherías tan pronto el
semáforo da la luz roja.
Excluidos están hasta de las escuelas, fuera de las
cuales quedan cada año cientos de miles por falta de aulas.
¿Y los infantes, los más desvalidos, los que andan
a horcajadas sobre las caderas de sus jóvenes madres que no pueden con
ellas mismas; que usualmente son víctimas de las violaciones hasta de
familiares y que, para más violadas, tienen vulnerados sus derechos a la
educación, a la recreación, a la participación en los procesos sociales
y en el progreso de su país?
¿Dónde están las guarderías infantiles estatales en
cada comunidad, acogedoras, con el personal profesional capacitado y con
los recursos necesarios para acabar de una vez y por todas –y desde la
cuna— con nuestras lacras sociales?
Hace unos días vi a un hombre llevarse las manos a
la cabeza cuando le comunicaron que debía someterse a diálisis tres
veces a la semana con el agravante de que la unidad de diálisis del
Padre Billini estaba para reparación y en los centros privados le
cobraban tres mil pesos por cada diálisis. Había sido obrero en una
fábrica por más de 30 años y le habían diagnosticado una condición renal
grave.
¿Dónde están los y las trabajadoras sociales que,
junto a las organizaciones barriales, deben detectar, cuidar y acompañar
a los envejecientes a los cuales vemos languidecer en la soledad de los
barrios y pueblos pobres?
¿Es éste un Estado responsable? ¿Es éste un Estado
realmente “social” y “de derecho” y todas esas lindezas hoy consagradas?
¿Son los que nos gastamos un Estado y un modelo económico y social que
realmente defienden la vida?
Dados a la demagogia, todo es posible.
No olvidemos que no ha mucho que un perínclito
defendía la tesis de que “la Constitución es un pedazo de papel” y de
ese modo siguen pensando muchos todavía.
Vociferan hoy en el Congreso, junto a una bancada
perredeista monolítica, una supuesta “defensa de la vida”.
¿Cuál vida es la que “defienden” el Estado y el
modelo de sociedad que nos gastamos?
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