CHINA, CONTRA TODOS LOS HURACANES
Lunes 10 de Agosto de 2009
Pese a los grandes terremotos económicos que han
estremecido al mundo desde que los primeros estertores comenzaron a
percibirse en Estados Unidos, China ha logrado evadir la mayoría de las
dificultades y se prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) del gigante
asiático crecerá 8,5 % este año.
Los datos, divulgados por el Banco de
Comunicaciones de Beijing, aseguran que el aumento será de 9 % en el
tercer trimestre y 9,8 % en el cuarto, lo cual convertirá a la nación
asiática en una de las pocas del orbe en alcanzar su meta económica, por
lo cual atraerá mayores inversiones y elevará su consumo doméstico.
Los renglones que tendrán un fuerte impulso serán
los bienes inmuebles, la construcción de infraestructura y el sector
industrial.
De las 27 provincias, municipalidades y regiones
autónomas del gigante asiático, 13 tuvieron crecimientos superiores a 10
% en los primeros seis meses del año, para superar las previsiones de
los analistas, según señaló un artículo del diario Shanghai Securities
News.
Un vocero del Centro de Información Estatal explicó
que ese resultado se debe a los variados programas de estímulos
económicos puestos en marcha por el gobierno, como la expansión de la
inversión y el aumento de los préstamos, que han impulsado la inversión
nacional y la producción industrial, además de frenar el desempleo y
permitir grandes ganancias a las empresas.
El paquete de estímulos gubernamentales, entregados
en septiembre último por los bancos, se situó en 585 000 millones de
dólares y se ha utilizado también en obras de infraestructura, en la red
de seguridad social, atención sanitaria y proyectos rurales de
desarrollo para ir paliando los desniveles entre el campo y la ciudad.
Para reforzar los buenos augurios de la economía,
datos suministrados en un informe de la corporación China Internacional
Capital y publicados por el Shanghai Securities New, señalan que en la
primera mitad del año los bancos prestaron la cifra récord de 7,37
billones de yuanes (alrededor de 1,3 billones de dólares).
La corporación indicó que la cantidad podría llegar
a los 10 billones de yuanes, el doble de lo previsto por las autoridades
para todo el año 2009.
En el éxito de estos resultados ha tenido que ver
en forma directa, el control estatal sobre los bancos, los cuales
cuentan con grandes volúmenes de dinero que le han permitido entregar
amplios préstamos, a la par de ser depositarios de los ahorros de
empleados y empresas.
Hace cerca de dos años, cuando la crisis comenzó a
apretar a Estados Unidos y a la Unión Europea, que les obligó a reducir
sus importaciones desde China, la nación asiática cuidó el control sobre
el desempleo y mantuvo los salarios a quienes no perdieron sus plazas.
Los recortes de plantillas motivaron que muchos
trabajadores de las ciudades industriales costeras se reubicaran en los
proyectos de infraestructuras; regresaran a laborar en los campos, o
fueran recapacitados para realizar otras tareas, lo que hizo posible que
el desempleo en las fábricas se sitúe actualmente en solo 4,2 %.
Otras cifran apoyan su reactivación. Por ejemplo,
la producción industrial aumentó más de 10 % en junio y ha sido
asimilada en gran parte por la demanda interna. Esto se debió a que los
ingresos monetarios en la zona urbana crecieron 11,2 % por persona y en
la rural 8,1 %, en comparación con 2008.
Por otra parte, ese país cuenta con las mayores
reservas de divisas del mundo, 2,13 billones de dólares, que representan
el doble de las de Japón, el segundo país en esa lista. Solo en los
últimos 12 meses, las reservas de Beijing subieron 17,8 %.
Estos lauros ocurren cuando informes del Fondo
Monetario Internacional (FMI) auguran que el PIB mundial se reducirá
este año 1,3 %, mientras que el Banco Mundial es más pesimista al
afirmar que la disminución será 3 %, sin incluir al gigante asiático y a
la India.
Ante estos elementos, los analistas aseguran que no
esta lejos el día en que China sobrepase a Japón y se convierta en la
segunda economía mundial, después de Estados Unidos.
A finales del pasado año, según datos del FMI,
Japón tenía un PIB de 4 867 billones de dólares, seguido por China que
contaba con 3 942 billones.
Para este año, los pronósticos de la institución
financiera internacional, publicados antes del recrudecimiento de la
crisis mundial, señalaban que la cifra se reduciría a 597 000 millones
pues el primero llegaría a 5 027 billones y el segundo a 4 430 billones.
Japón ha visto disminuir sus exportaciones a poco
menos de la mitad, grandes empresas han quebrado o disminuido
drásticamente el número de empleados y se estima que su PIB para este
año será cero o menor.
Con la estabilidad demostrada por China, que desde
2001 su PIB ha crecido como promedio 11,8 %, todo indica que más
temprano que tarde, el gigante asiático desplazará a Japón al segundo
escaño.
Fuente:
www.rebelion.org
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