A PARTIR DE AHORA
Por: Roberto
Rodríguez-Marchena
Lunes 13 de Abril de 2009
Pasadas las vacaciones y de vuelta al trabajo,
vienen las definiciones y las decisiones. Y muchas, porque han venido
acumulándose y los asuntos de la cotidianidad, indetenibles,
complicándose cada día más.
Vencidos todos los plazos en el calendario, en el
bolsillo y en el ánimo público, intentar aplazar esas definiciones y
decisiones será siempre posible, sólo que a partir de ahora a mayor
riesgo. Probablemente, una temeridad. El momento político, económico y
social, ya tenso y expectante, se presenta en lo adelante delicado por
incierto.
Todos –o muchos, para no exagerar, en su mejor
traje o armadura, esperan que asuntos importantes, trascendentes, se
definan y se decidan a satisfacción. Pero no están seguros de que así
será. La duda reina. Y eso es terrible. Porque esperar lo bueno o
deseado no agota, tan sólo un ejercicio de paciencia, lo inquietante es
esperar expuesto a la eventualidad de no ser atendido.
Acción y de la buena se quiere y se espera de los
poderes públicos. Ignorarlo, complica y provoca. La insatisfacción
podría ahondarse aún más. El conflicto social y político podría escalar.
Si alguna duda queda, sólo hay que ver lo que está pasando en otros
países del mundo.
Hay recesión económica (salvo en la banca y en las
comunicaciones) e indefinición política (hasta que se apruebe la nueva
Constitución), muy pocos lo dudan.
El gobierno nacional y los legisladores están en la
obligación de proveer las certidumbres que todos esperamos. Que la
solidaridad y la prudencia los guíe!
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