LA SEGURIDAD SOCIAL HALADA POR LOS MOÑOS
24 de abril del 2007
Todo parece indicar que la seguridad social, en la
parte de la salud, propuesta para entrar en vigencia a partir de junio
próximo, no augura nada bueno.
En lo que concierne, por ejemplo, a los accidentes
de tránsito, no hay nada definido. Mientras las autoridades hacen
esfuerzos por cargarles el dado a las aseguradoras tratando de
establecer un fondo para cubrir las emergencias producto de los
accidentes, todavía no hay luz al final del túnel.
A un mes de la entrada en vigencia faltan muchos
cabos por atar. De lo que se trata es de que los empleados que
actualmente tiene su seguro médico privado no tendrán cobertura por
accidentes vía el Seguro Familiar de Salud (SFS).
Existe un desconocimiento total tanto en el sector
empleador como en el sector asalariado. Hay muchas lagunas. Si bien es
cierto que la seguridad social en su parte de salud se ha vendido como
la panacea que viene a resolver la ineficiencia estatal en esa materia,
también es cierto que la gran cantidad de cabos sueltos podría dar al
traste con la iniciativa. La Asociación Médica Dominicana se ha
pronunciado al respecto expresando su desacuerdo, por ejemplo, con el
valor en dinero que recibirían sus asociados por cada consulta.
Las ARS están planteando mantener sus planes de
salud actuales reduciendo en un porcentaje mínimo el precio con la
finalidad de complementar lo que dejará de cubrir el PBS. Eso se llama
doble cotización.
De seguir las cosas como van, todo apunta al
establecimiento de un régimen parecido al que tenemos en la actualidad.
La eliminación de la doble cotización tan vehementemente acariciada por
los empresarios no será cosa del pasado, sino del presente y futuro.
Tendrán entonces los empresarios una carga, más lo
que deben aportar por cada empleado en nómina, más el pago del seguro
privado.
Debemos estar preparados para la cantidad de
problemas que indefectiblemente se generarán al comienzo de la vigencia
de la ley y prepararnos aun más para seguir cotizando doble.
Reiteramos que todo silencio es nocivo cuando se
trata del establecimiento de nuevas políticas y planes que generen una
carga adicional tanto a empleadores como a empleados. Las autoridades
deben poner en conocimiento de la población todo lo concerniente a lo
nuevo. Se trata de vidas humanas no de la simple recaudación.
|