RIO SAN JUAN SIN DOLIENTES

 

11 de abril de 2007

La mejor forma de publicidad para un gobierno es cumplir sus promesas. No es decir que se van a hacer o se están haciendo las cosas. ¿Qué necesidad hay de gritar a los cuatro vientos que algo se hizo cuando no?  Estamos escuchando la misma perorata encantadora e insustancial a que nos tienen acostumbrados desde hace años, no sólo estos, sino todos.  Si dentro de los pilares de nuestra economía todavía está el turismo, entonces ¿por qué no priorizar esas obras que redundan en beneficio del sector?  

En Semana Santa muchos dominicanos que transitaron por la carretera que va desde Gaspar Hernández hasta Río San Juan, sufrieron la decepción de que no está arreglada, ni se le está trabajando.  Queremos aumento en el flujo de turistas, queremos “crecimiento sostenido de la industria”. ¿Cuánto estamos invirtiendo y dónde?  

Gobiernos van y gobiernos vienen y esa vía sigue igual. Lo malo no es que no se haya hecho nada por arreglarla o hacerla de nuevo, la farsa es que le digan a la población que se va a hacer y no se haga o que le están trabajando cuando no es así.  

Tal vez, si en dos o tres meses,  el gobierno invirtiera ahí el dos por ciento de lo que invierte en publicidad para decir que las cosas están bien, podría rehacerse la carretera completa.