EL CORONEL SÍ TIENE QUIEN LE ESCRIBA.  

7 de febrero de 2007 

Cuando una comunidad acusa un deterioro tan elevado en su seguridad como el que tenemos en la actualidad en Puerto Plata, cuando los ciudadanos son incapaces de salir de sus casas por temor a un atraco, a un robo, entonces se necesita una mano dura.  

Sin lugar a dudas que la visita que hiciera el Jefe de la Policía Nacional  a esta provincia podría interpretarse como el primer paso en la carrera contra los delincuentes. Esa visita nos dice que las cosas pueden y deben mejorar. Vino a darle un espaldarazo al nuevo jefe policial, vino a decirle yo te apoyo, arregla este lío, que tú puedes.  

Algunos sectores han dicho que la Policía, después del nombramiento del nuevo jefe provincial, ha estado violando derechos de ciudadanos.  Nunca vamos  a estar de acuerdo con las arbitrariedades, ni con la violación a leyes y menos a los derechos ciudadanos, pero lamentablemente en este momento nadie sabe qué hacer.  

El nuevo Coronel, aunque luce tosco en sus explicaciones a la Prensa y talvez no consiga el apoyo de algunos, tiene el sostén de toda la ciudadanía consciente. Tiene el apoyo de todos los sectores sociales preocupados, serios y sensatos. En este momento, en estas circunstancias, en todo este lodo en que nos encontramos, él representa nuestra tabla de salvación.   Es la visa hacia la tranquilidad, la calma y el equilibrio que necesita toda comunidad para poder crecer.   Es lamentable, pero es la realidad y, como realidad, hay que aceptarla. Nosotros no podemos seguir por donde vamos aunque tengamos que soportar algunas manifestaciones de aparente arbitrariedad por parte de las autoridades.  

Hay que saber que no se está enfrentando a muchachos de primer curso, se está luchando contra profesionales, antisociales que no les importa la vida ni los bienes de nadie.

Por ahora, solo por ahora, y que quede claro, lo preferimos rudo. Para poder contraatacar con éxito la delincuencia que se ha adueñado de todo, se necesita cierto grado de aspereza.

Lo único que pido es que el Coronel no vaya a toparse con un familiar de un político de esos que están pegados, o con un hijo de mami y papi cuyos progenitores hagan una llamada y lo precipiten, como sucede siempre con los funcionarios que están haciendo la cosa bien hecha.  

Suceda lo que suceda, el Coronel sí tiene quien le escriba en esta comunidad que los delincuentes han hecho miserable en seguridad. Por ahora, si, por ahora, lo preferimos rudo. ¡Adelante,  pues!